Bush incrementa socorro

Bush incrementa socorro

NUEVA ORLEANS, EEUU (AFP).- Acusado de inoperancia para ayudar a Nueva Orleans, devastada por el huracán Katrina, el presidente George W. Bush incrementó el socorro y decidió volver a la zona, entre misiones de evacuación y seguridad de la tragedia comparada con un ataque nuclear.

El secretario de Seguridad Interior, Michael Chertoff, comparó los efectos de la catástrofe con los de una «bomba atómica».

«Esta es probablemente la peor catástrofe o conjunto de catástrofes que yo recuerde en la historia del país. Fue un huracán devastador seguido de una inundación devastadora», indicó.

Bush decidió volver a la zona de desastre. «El presidente irá a Luisiana y Mississippi», dijo el portavoz de la Casa Blanca Scott McClellan, pero el número y localización de las visitas del mandatario todavía estaba en el aire.

«Hora a hora, la situación mejora, pero la enormidad de la tarea requiere más recursos y más tropas», declaró el presidente el sábado en la Casa Blanca, al anunciar que había ordenado el envío de otros 7.000 efectivos militares en servicio activo.

Las tropas llegarán en las próximas «24 a 72 horas» dijo Bush, flanqueado por Chertoff, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, y el general del Ejército Richard Myers, presidente del Estado Mayor Conjunto.

Otros 10.000 guardias nacionales serán desplegados en Luisiana y Mississippi la semana próxima, elevando a unos 40.000 el total de tropas en la región dañada, informó su comandante este sábado.

El teniente general Steven Blum, comandante de la Guardia Nacional, afirmó que ya había 27.000 tropas en esos Estados esta mañana.

«Muchos de los ciudadanos simplemente no están recibiendo la ayuda que necesitan, en especial en Nueva Orleans, y eso no es aceptable», reconoció Bush.

En Doha, el ejército estadounidense anunció que 300 efectivos desplegados en Afganistán e Irak habían sido autorizados a regresar a Mississipi para ayudar a sus familias.

El orden parece volver progresivamente en Nueva Orleans cuando los militares patrullan con blindados, la ciudad inundada en más del 80% y asolada por saqueos e incendios.

Pero la violencia cerca del estadio cerrado de Nueva Orleans no se detuvo. «Un hombre armado ha disparado. La Policía escuchó (el tiro), por lo que le pedimos a todo el mundo que se echara al suelo», dijo el coronel Scott Elliott.

«A medida que la situación empeora, estos tipos (francotiradores) van a ser más numerosos», advirtió. «Disparan a los ómnibus. Al Centro de convenciones, dispararon a los soldados», agregó, moviendo la cabeza.

«¡Echense al suelo!», gritaron los militares a la multitud de refugiados que esperaba los autobuses al exterior del Superdome, donde 20.000 personas se refugiaron.

«Algunos de estos muchachos piensan que esto es un juego, poseen un arma y creen que es un juego, Aprenderán muy rápido que a la 82ava (división) aerotransportada no le gusta que le disparen «, afirmó Michael Brown, jefe de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA)

Aunque todavía se desconoce el balance de pérdidas humanas, un senador estimó en más de 10.000 el número de muertos.

El costo total de los destrozos podría alcanzar los 100.000 millones de dólares. El viernes de tarde, el Congreso desbloqueó una primera partida de ayuda de emergencia de 10.500 millones de dólares.

El mandatario estadounidense, en tanto, sigue recibiendo críticas.

El cineasta Michael Moore volvió a la carga: «Querido señor Bush, ¿tendría usted idea de dónde están todos nuestros helicópteros?», escribió en una ácida carta abierta donde le reprochó haber privado a las víctimas de los recursos militares que se encuentran en Irak.

«A George W. Bush no le importan los negros», dijo el rapero afro-estadounidense Kanye West por la cadena de televisión NBC, durante un concierto de solidaridad con las víctimas.

La ayuda federal «tardó cinco días en llegar porque la mayoría de las personas son negras», denunció West, fuera del texto preparado por la NBC sobre la tragedia. La cadena deslindó toda responsabilidad con sus declaraciones.

En Washington, el Senado estadounidense decidió iniciar una investigación sobre la acción de las autoridades antes y después del paso del huracán.

La catástrofe motivó la postergación hasta fecha indefinida de una reunión entre Bush y su homólogo chino Hu Jintao, prevista para el miércoles en Washington.

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