WASHINGTON,  (AFP) – El presidente estadounidense, George W. Bush, trató ayer jueves de destrabar el debate migratorio en el Congreso al anunciar su apoyo a una enmienda que liberaría 4.400 millones de dólares para seguridad fronteriza.

 El anuncio del mandatario estadounidenses ocurre el mismo día en que legisladores recibieron más de un millón de cartas en apoyo a una nueva ley migratoria.

 La enmienda al proyecto de ley de reforma propuesta por los senadores republicanos Jon Kyl, de Arizona (sur), y Lindsay Graham, de Carolina del Sur (sureste), libera «fondos adicionales inmediatos para asegurar nuestras fronteras y hacer cumplir nuestras leyes en los lugares de trabajo», indicó Bush. El presidente explicó durante un coloquio del sector de la construcción en Washington, que los fondos serían recuperados mediante las multas que tendrían que pagar los inmigrantes ilegales que ahora residen en Estados Unidos para regularizar su situación, según establece la iniciativa que maneja el Legislativo.

 Inmerso como nunca en el debate sobra una reforma a las leyes migratorias vigentes luego de que el líder de la mayoría de la oposición demócrata en el Senado, Harry Reid, retirara el pasado jueves el proyecto de la discusión legislativa, el mandatario ha puesto todo su peso en la balanza en esta causa. «Apoyo una reforma migratoria amplia», dijo Bush reiterando por enésima vez su mensaje sobre este tema, que amenaza con convertirse en punto caliente de la campaña electoral presidencial del próximo año si el Congreso fracasa en llegar a un acuerdo pronto.

 El martes, el mandatario efectuó una inusual visita -la segunda de su Presidencia- al almuerzo semanal de los senadores republicanos en el Capitolio, en un intento por lograr que sus correligionarios del Senado den los votos necesarios para aprobar el proyecto.

 Reid retiró la iniciativa del debate en el pleno del Senado luego de una avalancha de enmiendas propuestas por los republicanos.