Bush justifica guerra por capacidad Irak tener armas

Bush justifica guerra por capacidad Irak tener armas

WASHINGTON (EFE).- Ante la evidencia de que Irak no tenía armas de destrucción masiva, el presidente de EEUU, George W. Bush, contradijo ayer todo su planteamiento previo a la guerra y justificó la invasión en que Sadam Husein «tenía capacidad» para fabricarlas.

«Como mínimo, tenía la capacidad para fabricar armas», dijo Bush en una entrevista que difundió hoy la cadena de televisión NBC, en la que dio un giro significativo a la línea argumental que mantuvo antes de la guerra para derribar por la fuerza al régimen de Bagdad.

Sus declaraciones fueron muy distintas a las que hizo en marzo de 2003, el mes en que comenzó la invasión, en las que dijo: «los datos reunidos no dejan dudas de que el régimen de Irak sigue teniendo y ocultando algunas de las armas más letales jamás concebidas».

Durante meses, Bush y todos los miembros de su administración repitieron hasta la saciedad que Bagdad tenía armas químicas y biológicas, y que podía tener armas nucleares en el plazo de un año, pero las pesquisas posteriores han demostrado lo contrario.

Bush no quiso reconocer que estaban equivocados y negó que se manipularan los informes de los servicios de espionaje para reforzar la posición de quienes querían derrocar a Sadam a toda costa.

«Yo y mi equipo miramos toda la información de inteligencia que estaba disponible y la analizamos. De ella se desprendía claramente que Sadam Husein era una amenaza para EEUU», dijo el presidente, quien subrayó que no hacer nada contra él hubiera sido peor.

«Había utilizado armas (de destrucción masiva). Había fabricado armas. Había pagado a terroristas suicidas para que atentaran contra Israel. Tenía conexiones terroristas. En otras palabras, todos esos ingredientes me estaban diciendo una cosa: amenaza», explicó el mandatario.

Bush enmarcó sus decisiones en la nueva situación internacional de lucha contra el terrorismo creada tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y «en la información recopilada durante años, no sólo de los analistas de nuestro país, sino de todo el mundo».

«Repito que (…) no emprender acciones contra Irak habría envalentonado a Sadam Husein. Podría haber desarrollado un arma nuclear. No estoy diciendo que inmediatamente, pero con el tiempo (…) hubiéramos estado en una situación de chantaje», agregó.

También dejó la puerta abierta a que realmente sí hubiera armas no convencionales en Irak y consideró la posibilidad de que pudieran ser destruidas, escondidas o enviadas a otro país.

«Pudieron ser destruidas durante la guerra. Sadam (Husein) y sus esbirros pudieron destruirlas cuando entrábamos en Irak. Pudieron ser escondidas. Pudieron ser transportadas a otro país y lo averiguaremos», manifestó el presidente estadounidense.

Bush descartó la posibilidad de testificar ante la comisión que investigará los posibles errores de los servicios de espionaje que condujeron a pensar que Irak disponía de un importante arsenal no convencional.

«*Testificar? Estaré encantado de reunirme con ellos (los miembros de la comisión). Estaré encantado de compartir con ellos mi conocimiento. Estaré encantado de hacer recomendaciones, si me las piden», declaró Bush.

Sobre el plazo dado hasta marzo de 2005 para la publicación de sus conclusiones, cinco meses después de las elecciones en las que se jugará la reelección, afirmó que «la razón por la que le hemos dado tiempo es que no quisimos que se hiciera con prisas».

Bush admitió que la gente puede pensar que quiere evitar sus responsabilidades políticas en este asunto, al aplazar hasta después de las elecciones de noviembre las conclusiones de la comisión.

Pero añadió: «el pueblo estadounidense va a tener tiempo de sobra para evaluar si tome o no buenas decisiones, si juzgué bien o no y si hice o no lo correcto al derrocar a Sadam Husein».

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