Bush: no tengo plan de abandonar guerra

Bush: no tengo plan de abandonar guerra

WASHINGTON.- El presidente estadounidense, George W. Bush, se esforzó ayer en dar una imagen de firmeza acerca de la situación en Irak, a pesar de la violencia, la retirada de tropas de otros países y del creciente coste de la operación militar.

«No vamos a abandonar mientras yo esté en el Despacho Oval», afirmó ayer Bush en una intervención ante la Asociación Nacional de Periódicos, en la que reconoció que «las últimas dos semanas han sido realmente duras».

En lo que va de mes, han muerto en combate más soldados estadounidenses en Irak que durante la guerra propiamente dicha, entre el 20 de marzo y el 1 de mayo del año pasado.

[b]Teme ataque terrorista[/b]

Bush declaró el miércoles que los temores de muchos estadounidenses sobre la probabilidad de un nuevo ataque terrorista están bien fundados.

«Este es un país difícil de defender», admitió el mandatario.

«Nuestra información de espionaje es buena, pero nunca es perfecta y allí reside el problema», dijo Bush a los directivos de más de 1.500 diarios miembros de The Associated Press que participan en la sesión anual de la cooperativa.

El presidente también reconoció que las semanas recientes en Irak, con toda su violencia, han sido sumamente duras para las fuerzas de la coalición encabezada por Estados Unidos y para los iraquíes víctimas de la violencia.

Pero prometió que su gobierno no cejará en su compromiso de dejar un Irak libre y democrático.

«El pueblo iraquí nos mira y se pregunta si los estadounidenses van a huir nuevamente. No vamos a huir mientras yo sea presidente», aseguró.

Cuando se le preguntó sobre una encuesta de la AP según la cual dos tercios de los estadounidenses creen que es probable otro ataque terrorista antes de las elecciones de noviembre, Bush respondió: «Entiendo las razones por las que creen que seremos atacados nuevamente».

«Vieron lo que ocurrió en Madrid», destacó.

Las explosiones del 11 de marzo en trenes de Madrid, que mataron a 191 personas e hirieron a más de 2.000, ocurrieron en la semana previa a las elecciones generales.

Bush condenó los ataques terroristas del miércoles en Irak y Arabia Saudí.

«Atacaron hoy en Basora y mataron a iraquíes inocentes. Atacaron hoy en Riad. Lanzan ataques todo el tiempo. Quieren atacarnos otra vez», indicó.

«Tenemos que ser eficaces para detenerlos», indicó Bush. «No habrá negociaciones con esos terroristas. Es importante que los hallemos antes de que regresen aquí».

«Son tiempos difíciles», dijo el presidente a los ejecutivos de los diarios. «Las últimas dos semanas han sido sumamente duras». Indicó que los atacantes «desean detener el avance de la libertad».

Bush se reunió ayer con el jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, aunque la Casa Blanca no explicó qué trataron en su conversación.

El problema para Estados Unidos es que afronta problemas para enviar más tropas a Irak, donde ya tiene unos 137.000 militares, 20.000 de los cuales tenían que estar ya de regreso pero han recibido la orden de permanecer tres meses más allí.

Además, el Pentágono afronta carestía de personal, ya que mantiene desplegados unos 240.000 militares en Afganistán, Japón, Corea del Sur y Europa.

Muchas unidades desplegadas son de la Reserva o la Guardia Nacional, formadas por soldados a tiempo parcial.

El senador republicano Chuck Hagel (Nebraska), uno de los más respetados del país, ha sugerido que se estudie la idea de volver a algún tipo de servicio militar obligatorio, algo que trae de nuevo los fantasmas de la guerra de Vietnam.

«Deberíamos explorar con realismo qué opciones tenemos», dijo hoy Hagel en declaraciones a la cadena de televisión NBC, en las que citó como motivos la actual estructura de las fuerzas y que «estamos realizando compromisos continuados para el futuro».

Otro problema para Bush es el del coste de la operación. Hagel pidió hoy al Gobierno que sea «sincero» sobre las necesidades financieras de la operación militar en Irak.

El jefe del Estado Mayor Conjunto, general Richard Myers, dijo ayer ante un comité del Senado que las operaciones militares en Irak «van a costarnos mucho más dinero» de lo previsto.

Solamente la ampliación en tres meses de la presencia de 20.000 soldados en Irak, anunciada la semana pasada por el Pentágono para afrontar la oleada de violencia en ese país, costará unos 700 millones de dólares, dijo Myers.

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