WASHINGTON (AFP).- El presidente estadounidense George W. Bush nombró este jueves a John Negroponte como director de inteligencia encargado de coordinar la lucha antiterrorista, un cargo cuya creación fue recomendada por la comisión investigadora sobre los atentados del 11 de setiembre de 2001. «La responsabilidad del director es clara y exigente: John se asegurará de que aquellos cuyo deber es defender a Estados Unidos tengan la información que necesitan para tomar las decisiones correctas», afirmó Bush.

   El anuncio se produjo dos meses después de promulgada la ley que creó el cargo, con el objetivo de reforzar la cooperación entre las 15 agencias de inteligencia del país, cuyas fallas salieron a luz en la investigación de los atentados de 2001.

   El presidente aseguró que Negroponte, de ser confirmado por el Senado, aportará al cargo las lecciones aprendidas en su gestión como embajador de Estados Unidos en Irak.

   «Su servicio en Irak en el curso de los últimos meses le ha dado algo que será una ventaja incalculable para un jefe de inteligencia: una visión cercana de un enemigo mortal», afirmó.

   En tanto, legisladores republicanos y demócratas se congratularon este jueves de la designación y señalaron que Negroponte debería contar con plena autoridad sobre la totalidad de un sector clave en la guerra contra el terrorismo.

   «Estamos satisfechos del perfil que Bush ha dado al cargo, y también de la elección de su principal consejero», indicó el senador republicano Pat Roberts, presidente de la Comisión de Inteligencia de la cámara alta.

   Por su parte, Negroponte, presente junto a Bush al anunciarse su designación, afirmó: «Aprecio la confianza expresada en mi elección, esto será sin duda alguna la misión más difícil que haya tenido que cumplir en más de 40 años al servicio del gobierno».

   Bush afirmó que el director nacional tendrá amplia autoridad sobre los presupuestos de inteligencia estadounidenses y será el encargado de suministrar al presidente sus informes de inteligencia matinales.

   «La gente que controla el dinero, la gente que tiene acceso al presidente, generalmente tiene mucha influencia. Y es por eso que John Negroponte tendrá mucha influencia», dijo.

   Bush pidió paciencia a los críticos que afirman que el puesto carece del poder y la autoridad necesarios para imponerse sobre el Pentágono y otros intereses sectoriales.

   «Llevará un tiempo instaurar una nueva cultura, una manera diferente de encarar el proceso presupuestario», afirmó. «Por eso elegí a John. El es un diplomático (…) El comprende los centros de poder en Washington».

   Además, «la nueva estructura ayudará a asegurar que se comparta más la información entre los departamentos y agencias, así como con las autoridades locales», agregó.

   Al anunciar la designación en conferencia de prensa, el presidente estadounidense aprovechó la ocasión para enviar una advertencia a Irán y Siria sobre su responsabilidad en la desestabilización de Medio Oriente.

   Respecto a Irán y sus ambiciones nucleares, Bush subrayó que «el objetivo es (…) seguir diciendo claramente a los iraníes que la puesta a punto de un arma nuclear será inaceptable» y se comprometió a «apoyar a Israel si su seguridad se ve amenazada» por Teherán.  

   En cuanto a Siria, Bush estimó que la llamada a consultas de la embajadora de Washington en Damasco es un signo de que «la relación no progresa, que Siria está desfasada respecto a los avances realizados en el Gran Medio Oriente. La democracia avanza y este es un país que no avanza en el movimiento democrático». 

   Los familiares de las víctimas de los atentados del 11 de setiembre de 2001 expresaron este jueves sus reservas tras la nominación de Negroponte.

   «Si Negroponte tiene una larga carrera en la diplomacia, nosotros tenemos serias reservas en cuanto a sus calificaciones y su experiencia en materia de espionaje», expresaron en un comunicado.

   «No queremos un moderador en ese puesto, sino una personalidad fuerte con un conocimiento fino de la labor de inteligencia», añade el texto de los familiares, algunos de los cuales ya habían emitido severas críticas a la política de Bush en Irak.

   «Con todo nuestro respeto, Irak está lejos de ser un éxito en términos de inteligencia», señalaron.