Bush pasa de beligerante en campaña a racaudador de fondos

Bush pasa de beligerante en campaña a racaudador de fondos

POR CAROLINE DANIEL
En Crawford

La Casa Blanca vendió el viaje del presidente George W. Bush a Green Bay, Wisconsin, la semana pasada como la andanada de apertura del presidente de su campaña electoral de mitad de periodo.

Entonces se dijo que el viaje era realmente una parada en una fábrica de metales, y una breve declaración sobre la economía , con el evento de campaña real de Jon Guard, un candidato a la Cámara, cerrado para los medios. El avión rentado por la prensa que suele acompañar al señor Bush no fue invitado, y solo unos pocos reporteros viajaron en el “Air Force One” 

Hace cuatro años, el señor Bush arriesgó su propia popularidad para respaldar a los candidatos republicanos en una batida enérgica por los Estados Unidos, con 15 visitas de alto nivel en los últimos cinco días. Entonces, por primera vez desde 1934, el partido del presidente ganaba asientos en las primeras elecciones de mitad del mandato. Fue aclamado como el “hombre de campaña-en-jefe”. Esta vez, sin embargo, los candidatos están considerando si arriesgan sus campañas con la impopularidad del señor Bush. El programa en tono menor del viaje a Wisconsin es sintomático de lo disminuido de su estatura. “El presidente Bush fue un activo muy fuerte para los republicanos entonces [en 2002] y una carga real hoy”, dice Charlie Cook, editor de Cook Political Report.

Con su tasa de aprobación en retirada hasta las bajas de mayo ?335 en la última encuesta AP-Ipsos, la mitad de cuatro años atrás?, el señor Bush ha estado evitando demostraciones de cmaradería pública con los republicanos frente a las entusiastas multitudes. Al contrario, ha asistido a docenas de eventos en casa privadas, poniendo en práctica los “apretones de manos y las sonrisas” en busca de dinero. Ya no lo cortejan como el hombre de campaña en jefe, y ahora tiene un nuevo papel: recaudador de fondos.

“Los candidatos republicanos en los estados indecisos lo pueden utilizar para recaudar, pero para nada más allá. Él acude a los distritos y estados asegurados, y a los distritos y estados  competitivos con una visibilidad baja, solo en situaciones de racaudación. La Casa Blanca, obviamente, busca los lugares donde enviarlo; su ausencia completa en la ruta de campaña sería muy incómoda”, dice el señor Cook.

Los candidatos están siendo muy finos con los grados de separación, y la mayoría opta por una posición independiente, pero de apoyo.

Los ataques más crudos vinieron de Michael Steele, un candidato al Senado de Maryland, que lo llamó “un desastre” cuando el huracán “Katrina” y no se volvió hacia a su propio recaudador de fondos presidencial. Trató de arreglar las cosas la semana pasada con un respaldo débil. “Yo no le temo a George W. Bush. Si el presidente quiere venir a ayudarme en Maryland, es más que bienvenido”.

Otros candidatos han sido más sutiles. Rick Santorum culpó a conflictos de programación por no presentarse en un reciente acto de Bush. La página de Internet de Tom Reynolds, un congresista de Nueva York, va todavía más lejos: no se refiere al señor Bush, ni al hecho de que sea un republicano. En los anuncios de campaña, el señor Bush es el hombre invisible.

Enfrentado con la realidad, los líderes republicanos le han dado libertad a los candidatos para ser desleales. Roy Blunt, el de la mayoría en la Cámara, dijo que los candidatos “tendría que decidir por sí mismos”, si aparecer con el señor Bush. Ken Mehlman, presidente del Comité Nacional Republicano, dice que la relación más importante “Es lo que los candidatos han hecho en nombre de los votantes en sus estados”.

Aún si su papel se ha reducido, la disposición del señor Bush para recaudar fondos resultará crítica en las elecciones. El acto en Wisconsin del jueves recaudó US$500,000, además de los US$161 millones que ha generado hasta ahora este año de 50 eventos para los candidatos del partido.

“Yo fui el director político en 2002. Ya él ha realizado más encuentros que en todo el ciclo de 2002”, dice el señor Mehlman, un dato confirmado por un funcionario importante de la administración. “Todo lo que sé es que recibimos más pedidos de su tiempo de lo que pudiéramos responder”.

Laura Bush cuya tasa de aprobación en las encuestas sigue estando por encima de 80%, también está más activa, y ha cosechado US$10 millones en 20 encuentros. El vicepresidente Dick Cheney, quien ha recaudado US$28,4 millones con 81 presentaciones, dijo la semana pasada: “He hecho más en este ciclo que lo que he logrado en ciclos anteriores, con respecto a estas elecciones de medio término”.

Esta actividad, y el hecho de que el señor Bush haya recortado sus vacaciones en Crawford a solo 11 días, es una señal de la amenaza al legado del señor Bush, si los republicanos pierden el control de la Cámara o el Senado. Tony Snow, el vocero de la Casa Blanca, dijo: “El presidente quiere asegurarnos de que él tendrá un Congreso republicano durante los próximos dos años”.

Ese análisis pudiera resultar optimista para un presidente con la imagen dañada. Sin embargo, los ataques terroristas que se dice fueron frustrados la semana pasada han dado alguna fuerza a los pasos de los funcionarios, que impulsa una estrategia en la Casa Blanca para dictar la narrativa nacional que conformará las elecciones de medio término: hacer que los demócratas se vean desdeñosos de la seguridad nacional, y acusarlos de tener una visión del mundo anterior al 11 de septiembre.

Pero solamente si pueden lograr que este guión funcione, el señor Bush se encontrará con una acogida entusiasta de los candidatos en la senda de la campaña.

VERSION: IVAN PEREZ CARRION

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