Bush reforzará seguridad Irak

Bush reforzará seguridad Irak

WASHINGTON (AFP).- Un gigantesco operativo para tratar de brindar seguridad a Bagdad, con la participación de 56.000 efectivos, fue anunciado ayer, miércoles, por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, quien además exhortó a los líderes mundiales a respaldar al nuevo gobierno iraquí.

La campaña cuenta con 26.000 soldados iraquíes, 23.000 agentes de la policía de Irak y 7.200 soldados de las fuerzas ocupantes con el fin de “restaurar la seguridad y la ley en áreas de alto riesgo de la capital”, dijo Bush en rueda de prensa desde la Casa Blanca tras su visita sorpresa del martes a Bagdad.

   Las calles iraquíes se poblarán de alcabalas, al tiempo que el toque de queda se refuerza y rige una estricta prohibición de porte de armas, indicó Bush.

   Desde la convulsa capital iraquí se reportaban numerosas barreras de control vigiladas por policías y soldados, provocando embotellamientos de tránsito que perturban la circulación de la ciudad, que con sus suburbios tiene unos 7 millones de habitantes.

Según los corresponsales de la AFP en la zona, los policías y los soldados efectúan numerosos controles de identidad y registran los vehículos. Pero los controles no son sistemáticos y no incluyen al transporte público ni a los automóviles que transportan a mujeres y niños.

“Bagdad es una ciudad con una población de más de 6,5 millones de habitantes, y tenemos que reconocer que tomará tiempo para que estas operaciones logren sus objetivos”, reconoció Bush.

Asimismo, dijo que presionará a los líderes políticos de Europa, Asia y Medio Oriente para que den mayor apoyo al nuevo gobierno iraquí del primer ministro Nuri Al-Maliki, a quien conoció el martes en Bagdad, en su segundo viaje a Irak tras la invasión del país por Estados Unidos en marzo de 2003.

Bush advirtió que de los aproximadamente 13.000 millones de dólares aprobados en la conferencia de donantes de Madrid, solo llegaron a Irak unos 3.000 millones. Bush exhortó a quienes se comprometieron con esas donaciones a que cumplan con ellas.

“La política del gobierno de Estados Unidos es respaldar a este nuevo gobierno y ayudarlo a tener éxito, y haremos lo que haga falta para ayudarlo a tener éxito”, indicó Bush.

Las medidas de seguridad en Bagdad fueron reforzadas tras las nuevas amenazas de Al Qaeda en Irak, que prometió vengar la muerte de su ex líder, Abu Musab Al Zarqaui, fallecido el 7 de junio en un bombardeo norteamericano al norte de Bagdad.

Sin embargo, el plan de seguridad no logró acabar con los atentados. El miércoles un coche bomba causó dos muertos en la capital, y otras ocho personas fallecieron en otros actos violentos en Irak.

En una conferencia de prensa en Bagdad, al-Maliki instó a “todas las fuerzas políticas y a todos los participantes en el proceso político a expresar su apoyo” al plan para la seguridad del gobierno iraquí. “El único objetivo de estas medidas es proteger la vida de la gente”, dijo.

El gobernante iraquí estimó además que es posible dialogar con los rebeldes que acepten sumarse al proceso político.

“La iniciativa de reconciliación nacional incluye la posibilidad de mantener un diálogo con los rebeldes que se opusieron al proceso y quieren unirse a él con garantías” políticas, declaró al-Maliki un día después de reunirse con el presidente estadounidense.

Quedan excluidos, dijo Maliki, “aquellos que tienen sangre en las manos”.

El presidente de Irak, Jalal Talabani, indicó en varias ocasiones que dirige un diálogo con grupos armados, sin precisar con cuáles, y afirmó el domingo que estaba cerca de un acuerdo con algunas de estas organizaciones.

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