Bush reitera no es hora salir de Irak

Bush reitera no es hora salir de Irak

WASHINGTON (AFP) – El presidente estadounidense, George W. Bush, dijo este miércoles que el nivel de tropas norteamericanas en Irak dependerá de las condiciones en el terreno y no de «calendarios artificiales establecidos por políticos en Washington». En un documento preparado por el Consejo de Seguridad Nacional, la Casa Blanca se limita a estudiar una posible modificación del número de tropas en 2006 en función de los avances que hayan realizado las fuerzas iraquíes para controlar la seguridad de su país. Estados Unidos tiene actualmente unos 160.000 hombres en Irak.

   «Algunos demandan un calendario de retirada. Muchos de los que abogan por un calendario artificial para retirar nuestras tropas son sinceros. Pero yo pienso que están totalmente equivocados», dijo Bush en un discurso pronunciado en la Academia Naval de Annapolis (Maryland, este).

   «Estados Unidos no se doblegará ante quienes ponen bombas o ante los asesinos, mientras yo sea su Comandante en Jefe», indicó.

   «Retirar nuestras tropas antes de que ellas cumplan con su misión no es un plan para la victoria», agregó.

   Bush elogió los avances en la formación de las fuerzas de seguridad iraquíes y destacó que se trata de un «trabajo enorme y de largo aliento».

   «En el último año se lograron progresos reales», dijo ante un auditorio que lo aplaudió frecuentemente.

   «A medida que las fuerzas iraquíes ganan en capacidad, adquieren cada vez un papel más dominante en la lucha contra los terroristas», aseguró el mandatario. «Nuestro objetivo es formar suficientes fuerzas iraquíes para que puedan conducir el combate. Eso exigirá tiempo y paciencia, y vale el tiempo y esfuerzos que se le dedique», agregó.

   Bush admitió que la formación de tropas iraquíes arrancó mal por haber sido demasiado teórica y poco práctica. Los avances logrados se deben a «cambios» en al metodología, precisó.

   «El año pasado, a esta altura, no había más que un puñado de batallones iraquíes preparados para el combate. Ahora hay más de 120 batallones de Policía y de militares comprometidos en la lucha contra los terroristas», y cada unidad cuenta con entre 350 y 800 hombres.

   «De esas unidades, 80 combaten con las fuerzas de la coalición, y unas cuarenta asumen la vanguardia. La mayoría de esos 40 batallones controlan su campo de batalla, conducen sus propias operaciones contra los terroristas, con un cierto apoyo de la coalición», indicó el presidente.

   Según el documento de la Casa Blanca, titulado «Estrategia Nacional para la Victoria en Irak», los progresos permitirían reducir el número de tropas estadounidenses en ese país para 2006, pero advierte que la retirada o alcanzar una victoria no tienen «una fecha segura».

   «Esperamos, pero no garantizamos, que nuestra posición de fuerza cambiará el año próximo, a medida que los procesos políticos avancen y que las fuerzas de seguridad iraquíes crezcan y ganen experiencia», precisó.

   «Ninguna guerra ha sido ganada en base a un cronograma y no lo será esta», señaló el documento de 35 páginas, fechado en noviembre 2005, destinado a enfrentar las crecientes críticas al presidente, que lo acusan de carecer de una estrategia de salida del país ocupado.

   En última instancia, Irak debe de estar «pacífico, unido, estable y seguro, bien integrado a la comunidad internacional, y ser un socio completo en la guerra contra el terrorismo», indicó.

   «Aunque confiamos en una victoria en Irak, no estableceremos una fecha segura sobre cuando será alcanzada cada etapa exitosa, porque cronometrar el éxito depende de encontrar determinadas condiciones y no de cronogramas arbitrarios», precisó.

   El documento acusa a Siria e Irán de crear un clima «inhospitalario» para la democracia en Irak, al apoyar a insurgentes y terroristas.

   En respuesta a su discurso, la oposición demócrata dijo que el mandatario perdió la oportunidad de presentar una verdadera estrategia para Irak.

   «Recicló su trillada retórica de ‘mantener el curso’ y una vez más perdió la oportunidad de exponer una verdadera estrategia para el éxito en Irak que traiga a nuestras tropas de regreso», declaró el jefe de la oposición en el Senado, Harry Reid.

   Por su parte, el senador demócrata Russ Feingold, opinó que la Casa Blanca no había avanzado, sino que había dado «un paso para atrás».

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