BRUSELAS (AFP).- El presidente estadounidense, George W. Bush, reiteró el martes la «preocupación» que provoca en su país el proyecto europeo de levantar el embargo de venta de armas a China, y tuvo como respuesta un mensaje tranquilizador de sus socios que, sin embargo, no renuncian a su idea.

   «Existe una gran preocupación en nuestro país de que la transferencia de armas pueda ser una transferencia de tecnología a China, lo cual podría cambiar el equilibrio de las relaciones entre China y Taiwán», dijo Bush al final de la cumbre de la OTAN, ante una pregunta de un periodista.

   Los europeos «dijeron que escucharon las preocupaciones de Estados Unidos. Veremos», afirmó Bush, al referirse a la idea de la UE, que estudia desde hace meses el levantamiento del embargo de armas a China, impuesto tras la masacre de Tiananmen, en 1989.

   De este modo, sin buscarlo pero sin evitarlo tampoco, el presidente norteamericano puso sobre la mesa uno de los puntos que más conflicto provoca en las relaciones transatlánticas, y que los líderes presentes en Bruselas habían dejado de lado en forma expresa hasta el martes.

   En medio del clima de reconciliación existente entre Estados Unidos y la UE, la preocupación de Bush encontró de inmediato una respuesta tranquilizadora de parte del presidente francés Jacques Chirac, uno de los que apoya el proyecto, para quien el levantamiento del embargo, en caso de tener lugar, debe hacerse en forma negociada entre los dos socios transatlánticos.

   Según Chirac, el embargo europeo «ya no se justifica», pero su eventual levantamiento debe hacerse «en condiciones que Europa y Estados Unidos tienen que definir juntos».

   Las diferencias que el proyecto crea incluso dentro de la UE quedaron de manifiesto además con las declaraciones del jefe de gobierno italiano, Silvio Berlusconi, quien recordó que «varios países» europeos comparten la visión norteamericana.

   «Conocemos la posición de Estados Unidos, muy perplejo por la posibilidad del levantamiento del embargo. Varios países europeos comparten esa perplejidad», dijo Berlusconi en Bruselas, en referencia entre otros al Reino Unido.

   Los responsables británicos también dijeron que la UE reconoce la inquietud estadounidense sobre China, pero aseguraron «estar trabajando para responder a esas preocupaciones», según un portavoz del primer ministro Tony Blair.

   En tanto, el canciller alemán Gerhard Schroeder reiteró su confianza en que la UE levantará en embargo pese a la oposición norteamericana. «La posición europea ha sido aclarada. Lo haremos, creo», afirmó el martes por la tarde el canciller alemán.

   En medio de la disputa transatlántica, China también intentó el martes tranquilizar a Estados Unidos sobre el impacto limitado que tendría la medida, según Pekín.

   «El embargo es un arma política obsoleta. China y la Unión Europea (UE) han encontrado un consenso para rectificar esta medida con el fin de que las relaciones bilaterales progresen por buen camino», declaró el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Kong Quan.