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BRASILIA (AFP) – El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, calificó el domingo a Brasil de país «amigo» y destacó su liderazgo regional durante una visita a su colega Luiz Inacio Lula da Silva, en la que coincidieron en trabajar en las negociaciones comerciales mundiales. «Las relaciones entre Brasil y Estados Unidos son fundamentales y son muy fuertes», dijo Bush en una rápida visita de menos 24 horas tras la cual siguió viaje a Panamá.
Lula, líder histórico de la izquierda brasileña, afirmó que «se equivocaron» quienes apostaron a que las relaciones de Brasil con Estados Unidos se deteriorarían con su elección en 2002.
«Al contrario, nuestras relaciones atraviesan por uno de sus mejores momentos», afirmó Lula, un ex sindicalista de 60 años.
Bush dijo que Brasil es un país «amigo» y resaltó que «como la mayor democracia de América del Sur, Brasil es líder y hoy Brasil ejerce su liderazgo en todo el mundo».
«Brasil debe saber que Estados Unidos es un socio fuerte», dijo. «Pensamos que los pueblos bien liderados merecen más atención nuestra», agregó en un discurso pronunciado poco antes de embarcar rumbo a Panamá.
En una declaración conjunta, Lula y Bush expresaron «el compromiso de trabajar a fin de garantizar un resultado positivo en la conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC)» en diciembre, y para «la conclusión de la ronda de Doha antes del fin de 2006».
«Hemos acordado trabajar juntos para el avance de la ronda» de Doha, dijo Bush. Por su parte, Lula aseguró que están llevando un «espíritu de asociación» a las discusiones comerciales multilaterales.
Las negociaciones de la OMC enfrentaron en el pasado a Estados Unidos y Brasil, desde que este último abanderó el G20 en defensa de los intereses de las naciones en desarrollo. Ahora, ambos se han acercado en un reclamo de más concesiones a Europa.
La declaración conjunta también menciona el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), precisamente estancada por las diferencias entre ambos.
En la Cumbre de las Américas concluida el sábado, Brasil junto a los demás miembros del Mercosur y Venezuela encabezaron la oposición a la intención de Washington de poner una fecha para tratar de desempantanar la iniciativa.
En el documento de este domingo, Bush y Lula «reafirmaron su compromiso con el proceso del ALCA (…) y manifestaron la expectativa por la oportuna reanudación de las negociaciones», aunque sin establecer fecha.
Bush reconoció que Lula sostuvo que primero espera negociar en la OMC, antes de reemprender el ALCA. «Mira, trabajemos juntos en Doha y veamos cómo va eso (la negociación)» antes de continuar con el ALCA, le dijo Lula.
Ambos se declararon interesados en cooperar para la democracia en otras regiones, específicamente en Africa. Como grandes democracias, «tenemos obligaciones de trabajar juntos para promocionar la paz y la prosperidad», dijo Bush.
La agenda bilateral incluye también el interés brasileño en conseguir un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. Aunque acerca de este asunto, la declaración conjunta apenas dice que se coordinarán en el proyecto de reforma.
Otro tema fue Venezuela, con quien Estados Unidos tiene fuertes tensiones y Brasil una buena relación. «Venezuela surgió pero no en detalle», reconoció el canciller brasileño, Celso Amorim, quien afirmó que el interés de Lula es que la cuestión no sea «una perturbación en las relaciones hemisféricas».
Esta fue la primera visita del presidente estadounidense a Brasil. Lula ofreció a Bush y a su esposa Laura una barbacoa «al viejo estilo» que el visitante aseguró que le traía añoranzas de su tierra.
Bush, repudiado por miles de personas en Mar del Plata, fue también blanco de protestas en Brasilia, aunque en menor grado.
En las puertas de la Granja do Torto, en donde fue recibido por Lula, unos 200 manifestantes esperaron su llegada al grito de «Bush, fascista, verdadero terrorista». Otros treinta manifestantes invadieron un local de comida rápida estadounidense con arroz y alubias, comida típica brasileña.
