Hoy 
WASHINGTON (AFP).- El presidente George W. Bush se reunió con altos asesores anti-terrorismo, luego de que Estados Unidos decretó extremas medidas de seguridad en sus aeropuertos, centros comerciales, centrales nucleares y fronteras, debido a «riesgos muy elevados» de atentados durante las fiestas de fin de año.
Bush realizó reuniones con el Consejo de Seguridad Interior, incluyendo a funcionarios del departamento de Justicia y el FBI, después de que el nivel de amenaza doméstica fue elevado el domingo de amarillo, que denota un riesgo «elevado» de ataque, a naranja o «muy elevado» riesgo.
Tom Ridge, secretario de seguridad interna, dijo a la prensa después de una reunión en la Casa Blanca que los norteamericanos no deberían cancelar los viajes de vacaciones, pero urgió a todos los ciudadanos a que estén vigilantes por comportamientos sospechosos.
«Si usted tiene planes de vacaciones, vaya», dijo Ridge.
«Por razones de seguridad nacional, no vamos a pronosticar todo lo que estamos haciendo», dijo cuando fue preguntado sobre las precauciones que estaban tomando para evitar un potencial ataque.
En la reunión del lunes, «revisamos los planes específicos y las acciones específicas que hemos tomado y continuaremos tomando», añadió Ridge.
El Consejo de Seguridad Interior, encargado de proteger a Estados Unidos en contra de amenazas terroristas, fue creado por la Casa Blanca en octubre de 2001, y está integrado por el departamento de Defensa, la oficina del vice presidente, la agencia federal de Administración de Emergencias, el departamento de Transporte, el departamento del Tesoro, y otras dependencias federales clave.
Ridge y otros altos funcionarios dijeron que la amenaza de un ataque devastador hacia el fin de año, de parte de la red extremista islámica Al Qaida de Osama Bin Laden, fue la más seria de desde los atentados del 11 de setiembre contra Washington y Nueva York.
Ridge dijo en declaraciones a la televisión este lunes que los terroristas parecen estar planeando un ataque contra el territorio norteamericano -en contraste con los intereses norteamericanos en el extranjero- y podrían intentar utilizar aviones para realizar un ataque.
Este análisis, dijo, surge después de haber monitoreado recientes comunicaciones entre grupos terroristas.
«Parece que la mayoría de los comentarios, observaciones y expectativas de esos tipos están dirigidas internamente hacia Estados Unidos, más que hacia intereses norteamericanos en el exterior», dijo Ridges a la cadena de televisión CBS.
La seguridad ha sido fortalecida en los aeropuertos del país, fronteras, centros comerciales, y otros sitios donde grandes multitudes se reunirán esta semana para eventos de fin de año.
El domingo el Departamento de Estado emitió lo que llamó un «alerta mundial» reiterando la continua amenaza contra sus ciudadanos, «que pueden ser blanco de acciones terroristas».
La agencia destacó los recientes «ataques terroristas en Riad, Arabia Saudita y Estambul, Turquía».
«Tenemos indicaciones crecientes de que Al Qaida se prepara para atacar intereses estadounidenses en el exterior», agrega el comunicado.
«Tampoco podemos descartar que al-Qaida intente un segundo ataque catastrófico dentro de Estados Unidos», advirtió el departamento de Estado, que define las potenciales acciones terroristas, incluyendo operaciones suicidas, secuestros de aviones, atentados o tomas de rehénes.
