Bush: Tropas estarán Irak hasta lograr la seguridad

Bush: Tropas estarán Irak hasta lograr la seguridad

BAGDAD (AFP).- El presidente George W. Bush aseguró el sábado que las tropas de Estados Unidos permanecerán en Irak hasta que los iraquíes estén en condiciones de garantizar la seguridad del país, donde el sábado continuaron los sangrientos enfrentamientos entre la coalición y las milicias chiítas.

En su intervención radial semanal, Bush se comprometió a transferir la soberanía de ese país a un gobierno interino el 30 de junio.

Pero, añadió, «la misión vital de nuestras tropas, que contribuyen a garantizar la seguridad, continuará el 1 de julio y más allá», precisando que las fuerzas de Estados Unidos permanecerían hasta que los propios iraquíes estuvieran en condiciones de garantizarse la seguridad.

Varios países de la coalición -Estados Unidos, Gran Bretaña, Italia, Japón- se comprometieron la víspera durante una reunión ministerial del G8 en Washington a abandonar Irak si el futuro gobierno lo pide, aunque opinaron que esa hipótesis es poco probable.

Australia anunció el sábado que también retiraría sus tropas de Irak si el futuro gobierno se lo pedía.

En el terreno, continuaron los hechos de violencia. En Nayaf, en el corazón de las zonas chiítas, se escucharon varias explosiones al anochecer.

Los combates de milicianos chiítas y miembros de la coalición, agravados desde el viernes, han provocado la muerte de decenas de iraquíes.

En Kerbala (110 km al sur de Bagdad), tres civiles resultaron muertos y siete heridos en enfrentamientos entre una patrulla del Cuerpo de Defensa Civil iraquí (ICDC, auxiliares del Ejército) y milicianos chiítas, según fuentes del hospital local.

En Nasiriya (sur), milicianos chiítas dispararon el sábado de noche cinco obuses contra la sede de la Autoridad Provisoria de la coalición (CPA) en esta ciudad, según un policía. Dos civiles murieron en la jornada y otros cinco resultaron heridos durante enfrentamientos con soldados italianos de la coalición.

El Comité de los Ulemas Musulmanes de Irak (sunita) denunció el sábado las operaciones militares de la coalición en Najaf y Kerbala y pidió la unidad de los chiítas.

La coalición anunció la muerte de cinco soldados estadounidenses en el curso de las últimas 24 horas, tres en combate y dos a causa de accidentes, lo que lleva a 781 el número de militares estadounidenses muertos desde que comenzó la guerra en marzo de 2003.

En Mosul (norte), cuatro iraquíes murieron y 17 resultaron heridos en un ataque este sábado contra un centro de alistamiento del nuevo ejército iraquí, indicó la policía de esa ciudad.

Una explosión de gran potencia sacudió el sábado de noche a la capital sin que hasta el momento se haya determinado la causa ni la localización exacta de la misma. Un portavoz del Ejército estadounidense interrogado por la AFP, dijo que ignoraba el origen de la deflagración.

De visita en Jordania, el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, intentó este sábado calmar la cólera suscitada en el mundo árabe por el escándalo de las torturas a prisioneros iraquíes y las recientes palabras de George W. Bush sobre Medio Oriente.

Tras el escándalo, responsables del Pentágono anunciaron el sábado que el alto mando estadounidense anuló una seria de medidas coercitivas aplicadas desde el otoño último a los detenidos iraquíes.

El presidente Bush volvió a comprometerse el sábado a que se aplique la justicia en los episodios de torturas.

«Estamos decididos a arrojar luz y a castigar los abusos cometidos contra los detenidos iraquíes (…) y a actuar de modo que no se vuelvan a repetir nunca».

Una encuesta del semanario Newsweek conocida este sábado señaló que, por primera vez desde que llegó a la Casa Blanca en enero de 2001, una mayoría de estadounidenses (52%) desaprueba a Bush.

El apoyo a la guerra en Irak, según el mismo sondeo, se redujo a 35%, particularmente después del escándalo por las torturas.

Cuatro de los siete soldados norteamericanos encausados por estos casos comparecerán ante una corte marcial.

En Londres el escándalo de las torturas atribuidas a militares británicos se desinfló. El Daily Mirror reconoció que las fotos sobre el tema que había publicado no eran auténticas.

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