WASHINGTON, (EFE).- El Gobierno iraquí tiene pendientes «medidas importantes» como una ley petrolífera y la convocatoria de elecciones provinciales, dijo ayer el presidente de EE.UU., George W. Bush, quien alabó, por el contrario, el progreso a nivel local en el país árabe.

   El gobierno de Bush, que tendrá que presentar un importante informe sobre la marcha de la guerra en Irak ante el Congreso estadounidense a mediados de septiembre, insta desde hace tiempo a Bagdad a cumplir con objetivos como la integración en el Gobierno central de ex miembros del partido de Sadam Husein.

   Pero el progreso en ese frente deja mucho que desear, según aseguró este sábado el inquilino de la Casa Blanca en su discurso radiofónico semanal.

   «Desafortunadamente, el progreso político a nivel nacional no ha estado a la par del que ha tenido lugar a nivel local», señaló Bush, quien centró buena parte de su alocución radiofónica en las señales alentadoras que se observan en distintas partes del país.   El presidente es tadounidense se refirió, en ese sentido, a las mejoras en la inestable provincia occidental de Al Anbar, en la que, dijo, los representantes locales se han aliado con las tropas estadounidenses para expulsar a los terroristas de la zona.    Indicó que el consejo provincial de Ramadi, la capital de Al Anbar, está otra vez operativo y que el mes pasado los funcionarios reabrieron partes de la sede gubernamental, dañada a raíz de ataques terroristas.    «Prácticamente todas las ciudades y pueblos de la provincia tienen un alcalde y un ayuntamiento operativo», destacó Bush.