Bush y Kerry en recta final de la carrera
hacia la Casa Blanca

Bush y Kerry en recta final de la carrera <BR>hacia la Casa Blanca

NUEVA YORK (AFP).- El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y su rival demócrata, John Kerry, iniciaron este viernes la etapa final de sus respectivas campañas electorales, en una carrera hacia la Casa Blanca en la que se encuentran cabeza a cabeza.

   Luego de pintar a Kerry como un candidato débil e indeciso al aceptar la candidatura de su Partido Republicano, Bush viajó rápidamente de Nueva York al Estado de Pensilvania, uno de los más disputados.

   Bush planea recorrer cinco Estados en tres días, en un intento por aprovechar el impulso de la convención republicana que intentó posicionarlo como el gran protector de Estados Unidos en tiempos de guerra contra el terrorismo.

   Pero este viernes, en una acto de campaña en Moosic, Pensilvania, el presidente aludió a otro de los puntos flacos de su gobierno: la economía.

   Al aludir a la creación de 144.000 empleos en agosto (contra 73.000 en julio) repitió que la economía estadounidense «es fuerte y continúa fortaleciéndose».

   Sin embargo, la mayoría de los expertos indicó que la cifra reforzaba la idea de que la recuperación económica es lenta.

   Kerry y su compañero de fórmula, el senador John Edwards visitaron Ohio, otro de los Estados donde se está dirimiendo la elección, y desde allí lanzaron su contraataque contra Bush y el vicepresidente Dick Cheney en relación a la guerra en Irak y el manejo de la economía.

   El senador por Massachusetts, condecorado ex combatiente de Vietnam, abrió fuego contra el mandatario y su número dos, al acusarlos de haber evitado deliberadamente el servicio militar durante la guerra de Vietnam.

   «No dejaré que aquellos que se negaron al servicio militar y que engañaron a Estados Unidos para ir a la guerra en Irak cuestionen mi compromiso con la defensa de este país», dijo Kerry, un día después de que Cheney lo acusara de no estar preparado para ser presidente.

   «Déjenme decirle sin tapujos lo que supone que alguien sea incapaz para el cargo público y el deber» de la presidencia, lanzó Kerry. «Engañar a nuestra nación para ir a la guerra en Irak te hace incapaz para liderar a nuestro país», agregó.

   Así, la campaña se volvió enconada a dos meses de las elecciones del 2 de noviembre.

   Ambos candidatos disputan palmo a palmo los votos en las encuestas, y Bush espera que su convención -cargada de ataques virulentos contra Kerry- le permitirá despegarse de su rival.

   Pero su discurso de aceptación recibió críticas en la prensa estadounidense, que indicó que tuvo demasiadas promesas, pocos detalles, y escasa autocrítica para atraer a los votantes moderados.

   «El presidente debe hablarle al alto número de electores moderados que sienten que las cosas fueron en la dirección equivocada en los últimos cuatro años y convencerlos de que es capaz de aprender de sus errores y actuar mejor. En ese aspecto su discurso de aceptación tuvo carencias», señaló el editorial del diario The New York Times.

   Ambos candidatos empezaron a desplegar una andanada de propagandas televisivas por todo el país, para intentar convencer a los votantes de que pueden mejorar la situación económica, un tema sobre el que Kerry ha acentuado sus críticas.

   El equipo de campaña del demócrata John Kerry anunció el viernes que de aquí en adelante pensaba concentrar sus esfuerzos en los temas económicos, a dos meses de la elección presidencial estadounidense del 2 de noviembre.

   «La campaña se orientará ahora en una nueva dirección y se centrará en la economía», anunció el nuevo asesor de John Kerry, Joe Lockhart, durante una conferencia telefónica con periodistas, destacando que esa temática era una debilidad de sus adversarios republicanos.

   Bajo un cartel que rezaba «un Estados Unidos más fuerte comienza en casa», Kerry acusó a Bush de ocultar sus fallidas políticas económicas, y prometió crear puestos de trabajo, reducir impuestos a las familias de clase media, y bajar los costos de la salud.

   Kerry pretende así aprovechar el hecho de que 2,4 millones de personas perdieron sus trabajos durante el gobierno republicano.

   Tanto Bush como Kerry dedicarán las últimas semanas de campaña a recorrer los Estados clave como Pensilvania, Ohio, Iowa, Wisconsin, Virginia Occidental, Florida y Michigan.

   Esos son Estados en los que la opinión pública no parece estar definitivamente decidida y donde se decidirá al ganador de las elecciones generales.

   «Bush y Kerry están de acuerdo en pocas cosas, pero ambos quieren evitar que se repita lo ocurrido en el año 2000», cuando todo se decidió por unos pocos votos en Florida y una sentencia de la Corte Suprema, dijo el experto en comunicaciones de la Universidad del sur de California, Marty Kaplan.

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