Busque la elegancia en la transparencia

Busque la elegancia en la transparencia

El cristal ha sido por décadas uno de los elementos más utilizado en el hogar. Una gran gama de artículos, como floreros, vasos, platos, entre otros, son de los objetos  más comunes elaborados en este material, además de que son muy demandados por ser de gran utilidad.

Pese a su fragilidad, el cristal nunca pasa de moda, y aunque algunas personas prefieren el plástico por ser más práctico y simple, hay que reconocer que el cristal es mucho más elegante, además de que da un toque de transparencia natural. 

Hubo una época en que el cristal se asoció a decoraciones barrocas o pasadas de moda, quizá por los elementos con los que se combinaba, detalles en plata o incrustaciones doradas, que no ayudan a eliminar ese toque antiguo.

Gracias a los nuevos diseños, este elemento forma parte de la nueva tendencia en cuanto a decoración se refiere, y ofrece nuevas opciones para decorar una mesa, poner flores, un plato de pasta o colocar unas velas aromáticas.

La decoración en vidrio es ideal para cualquier tipo de ambiente, todo depende del diseño de la pieza y de su volumen. Aunque es importante destacar que, según expertos decoradores, determinar cuál es el sitio más adecuado a su tamaño y forma ayudaría a crear un espacio mejor decorado, pues de la misma manera que puede ser el objeto a resaltar sobre la mesa o sobre una repisa, también es cierto que su transparencia permite que se funda con la materia sobre la que reposa, de tal manera que ni resta protagonismo ni lo adquiere de una manera sobresaliente, si no es lo que se pretende.

Diversos establecimientos en la República Dominicana han renovado sus ofertas, ofreciendo una gran variedad de artículos elaborados en cristal, como una forma de empezar la primavera con un toque de transparencia.

Y como la tendencia exige la innovación, se pueden encontrar atractivas piezas elaboradas en este delicado material en diversos colores y tamaños, como para incitar a las personas a dejarse llevar por estos nuevos estilos.

El cristal, en definitiva, ha regresado al hogar con diseños novedosos y con distintas utilidades e incluso, lo que es mejor: con varios usos para un mismo elemento.

Algunas precisiones

Se denomina cristal a la forma poliédrica regular, limitada por caras lisas, que adquiere un compuesto químico bajo la influencia de sus fuerzas interatómicas cuando pasa, en condiciones apropiadas, del estado líquido o gaseoso al sólido.

La palabra viene de crystallos, nombre que dieron los griegos a una variedad del cuarzo, que hoy se llama cristal de roca.

La palabra cristal se utiliza también para referirse al vidrio, aunque desde un punto de vista técnico resulta inapropiada por ser este material amorfo.

Realmente, el vidrio se define como un producto inorgánico que se ha enfriado hasta alcanzar un estado rígido, sin experimentar cristalización. Es un material que, desde los orígenes de la Humanidad, ha estado siempre vinculado al hombre y la mujer.

Historia del cristal 

Su primer uso, que se remonta a tiempos muy antiguos, era para objetos de bisutería. Añadiéndole diversos minerales durante el fundido se obtenían cuentas de diferentes colores. En tiempos de los romanos se inventó el soplado, técnica que permitió la elaboración de recipientes, e incluso de láminas para ventanas.

Sin embargo, la técnica era tan primitiva que las láminas de buena calidad sólo podían ser de pequeño tamaño. En la Edad Media fue ampliamente usado para las vidrieras de las catedrales góticas. La industria del vidrio experimentó un cambio espectacular a partir del primer cuarto del siglo XIX, gracias al abaratamiento de la producción comercial. Este abaratamiento se debió originalmente al método ideado por el químico francés Nicolás Leblanc a finales del siglo XVIII. Desde entonces empezaron a fabricarse vidrios de gran calidad para instrumentos ópticos. También pudo popularizarse su uso, de modo que proliferaron objetos de uso corriente como botellas, vasos y otros utensilios, con la consiguiente mejoría en la calidad de vida. En la actualidad se emplea también en telecomunicaciones (fibra óptica) y como material para utensilios de laboratorio, por ser muy poco reactivo.

Los vidrios y cristales, que tan familiares nos resultan, tienen un aspecto macroscópico que se corresponde con el de un sólido típico; de hecho el vidrio es uno de los materiales más duros que conocemos. Sin embargo, desde el punto de vista molecular, el vidrio es un líquido sobreenfriado. Lo que ocurre es que se trata de un material muy viscoso y, por tanto, la velocidad con la que fluye es muy lenta; tan lenta que tardaría cientos de años en lograr fluir a temperatura ambiente.

Cuando se prepara el vidrio o el cristal, se trabaja a altas temperaturas, de forma que se comporta como un líquido. Pero cuando se enfría (en torno a unos 1.500 ºC) aumenta tanto la viscosidad que las moléculas prácticamente pierden el movimiento de traslación, se mueven tan lentamente que nunca encuentran la orientación adecuada para formar un sólido cristalino y mantienen una estructura amorfa que corresponde a un líquido sobreenfriado.

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