Aunque parezca mentira, es cierto, estamos viviendo unos tiempos bien difíciles, quizás de los peores para el mundo entero. Uno lo veía como que sólo eran cosas de películas, pero no, ahora mismo es nuestra triste realidad. Y para mí, una de las peores cosas que emocionalmente me ha tocado enfrentar, es ver que mis hijos estén teniendo que vivir esto. Por eso, quería comentarles, que si a nosotros se nos ha estrujado el corazón viendo como el mundo se desmorona y nos alarmamos y entristecemos por el sin número de información a la que estamos expuestos, ¿qué sería de nuestros pequeños si les reflejamos y le hacemos saber todo eso que sentimos?
Particularmente, opino que debemos hablar con los niños y explicarles según su edad y nivel madurativo sobre lo que está sucediendo respecto al coronavirus. Los niños y niñas detectan cuándo algo no va bien o cuándo los adultos se sienten inseguros o asustados, por eso es importante protegerles de la sobre información. El objetivo principal debería ser darles los detalles claros, sinceros, precisos y concisos sobre que es el virus y el aislamiento (para evitar que su imaginación vuele) pero velando siempre reducir su sensación de ansiedad y calmarles.
Una de las principales recomendaciones es explicarles que esto es para ayudarnos entre todos, y asegurarle al niño que no es su salud la que corre riesgo, sino que tiene que tomar las medidas preventivas y quedarse en casa para cuidar a las personas mayores y a las que están enfermas. Es necesario explicarles que esto es una medida solidaria, y que por un tiempo tenemos que cuidarnos entre todos.
Es relevante ayudarles a expresar sus emociones, preguntarles cómo se sienten y mantener una escucha activa y actitud de comprensión, sin quitarle importancia a sus preocupaciones. Asimismo, se recomienda mantener un clima de calma, atención y cariño, para que no se asusten con información falsa y también para que aprendan a desarrollar estrategias que les puedan funcionar en otras situaciones.
Asimismo, se sugiere mantener la comunicación con otros miembros de la familia que no estén presentes en este momento, mejor por videoconferencia ya que puede ser muy tranquilizador para ellos. Porque la realidad es que nuestra postura en estas circunstancias tan excepcionales con el uso de la tecnología, para aquellos que tenemos ciertas reglas específicas sobre el mismo, nos tocará flexibilizarlas, pues no son tiempos de sostener límites estrictos, y el ser más flexibles con el nintendo, la tablet o el celular para los que son más grandes hará que la situación sea más fácil para todos, ya que ponernos muy rectos en ese tema va a generar más caos y frustración.
Por otro lado, es importante realizar actividades que estimulen su creatividad ya que también puede ayudarles a canalizar sus emociones. Así como realizar actividad física en familia dentro de las posibilidades de la casa, como hacer ejercicios, saltar, bailar y demás.
Quisiera también recomendar que evitemos informaciones o actitudes que contribuyan al estigma, como que el virus lo han traído de fuera, o señalar culpables. Por el contrario, sería interesante mostrarles ejemplos positivos de la sociedad, como esos doctores y enfermeras que están sacrificando sus vidas por los más necesitados, o el cuerpo policial y de seguridad que vela por la población a toda costa, es decir, que les enseñemos a valorar esos gestos de generosidad y amabilidad también entre naciones, como se están ofreciendo ayuda los países que tienen más experiencia con la infección. Busquemos la oportunidad de dejarles grandes enseñanzas, en esta peculiar experiencia.