Los textos originales de la historia en las escuelas dominicanas sehan ido maquillando o reemplazando por los nuevos donde se minimiza la formación de la nacionalidad dominicana, y por ende, del nacimiento del Estado dominicano. Ahora se introduce solapadamente como un arma secreta la importancia de la historia haitiana de que se le da más realce de como Haití logró su independencia frente a las fuerzas de Napoleón y su influencia en la vida dominicana.
Desde la década final del siglo pasado ha estado en gestación una conspiración entre los estrategas educativos y soñadores criollos, fervientes promotores de una futura fusión de los países de la isla. Aveces sacan sus intenciones pero las vuelven a ocultar cuando brotan las quejas nacionalistas que denuncian las intenciones de una fusión.
El maquillaje se da con más éxito en la manipulación de los textos de historia. Ahora se marginan los hechos que le dieron vida a la nación dominicana prefiriendo destacar la historia del vecino Estado y realzando su valentía al enfrentarse a la potencia colonial de Francia. Fue una sangrienta y horrorosa sublevación de esclavos con el degüello de los colonos franceses y dejando para siempre marcada la vida haitiana en que solo los negros podían ser propietarios. Y ya en los libros de textos de nuestras escuelas se obvian las atrocidades cometidas por losvecinos occidentales en sus incursiones a la parte oriental de la isla antes de 1822.
Y a esa parte oriental por el Tratado de Basilea el héroe haitiano Toussaint Louverture alrededor de 1798 le cercenó cuatro mil kilómetros cuadrados a la colonia española de aquel entonces que comprendía las poblaciones de Las Caobas, Hincha, San Miguel de la Atalaya y San Rafael, todas en el corazón de Haití y atravesadas por el río Artibonito. En ese entonces la nueva historia oculta las masacres que ocasionaron a un pueblo indefenso y escaso como eran los colonos españoles y su servidumbre de principios del siglo XIX.
Y esas intenciones secretas de la fusión a escondidas se ha ido concretizando enlamodalidad de ir actualizando los textos de historia dominicana para ir reduciendo los valores de la nacionalidad. Y dentro de la tendencia moderna de la moral y cívica, destruir los rasgos fundamentales de la nacionalidad y del patriotismo con amor por su bandera y su himno. Y lo más importante es la destrucción de la familia que era el símbolo de orgullo de un pueblo con débiles valores cívicos sujetos a su variación por el influjo de las corrientes culturales extrañas que revoletean en nuestro derredor.
Los grandes avances que ha experimentado la educación dominicana, desde que sus ingresos oficiales aumentaron al 4% del Producto Interno Bruto, es otro aire que se ventila en la modernidad del sistema y de los planteles. Pero se arrastra el lastre de un gremio magisterial altamente sectario y politizado que no conforme con lo alcanzado en los cambios y buscando cada día nuevos argumentos para no impartir clases.Y si hay dos o tres escuelas que todavía están pendientes de reparación o ampliación se agarran de esa excusa para provocar paros y negarse a dar clases mientras la cúpula del gremio de la ADP aparentemente permanece ajena a las acciones de sus afiliados en algunos de los pueblos donde existe las deficiencias en los planteles.
Y quizás con la anuencia de ese profesorado empeñado en afianzar y aumentar su bienestar económico se hacen de la vista gorda cuando se introducen libros de textos destinados a tergiversar la historia. A los niños de quinto grado se les hace ver que los dominicanos somos unos intrusos en el oriente de la isla y se ignora el desarrollo alcanzado. El país con sus recursos puede sostener, junto a los diez millones de dominicanos y siete millones de turistas,a la vida de diez millones de haitianos viviendo en un territorio que ya destruyeron. Los haitianos están empeñados, con su éxodo masivo hacia el país, en destruir elnuestro con la complicidad de quienes azuzan para la aceptación de que los dominicanos no tenemos derecho a disfrutar del progreso. Se pretende avanzar hacia la total desertificación de la isla.
Los estrategas anti dominicanos introducen un pénsum educativo donde se inocula el desamor a la familia y a la patria. Los hechos trascendentales se acomodan para favorecer las simpatías haitianas como algunos de ellos de la independencia nacional. Esta se logró por las circunstancias en que se encontraban los haitianos en sus luchas internas por el poder, obligando a desalojar el país en 1844 para luego venir con grandes fuerzas expedicionarias en diversas incursiones para reconquistar el territoriooriental. Esto no se logró y finalmente en enero de 1856 sufrieron las últimas derrotas en Sabana Larga y en Jácuba después de su larga secuela de invasiones infructuosas.