GUATEMALA (AFP) – Las autoridades de Guatemala, El Salvador y el sur de México trataban este viernes de determinar la magnitud del desastre ocasionado por intensas lluvias que hasta el viernes habían dejado al menos 235 muertos y cientos de miles de damnificados y afectados. Los cuerpos de socorro, principalmente en Guatemala y el sur de México, trataban de llegar por tierra y aire hasta comunidades que quedaron aisladas y caseríos que literalmente fueron barridos por las inundaciones de agua y lodo o el desprendimiento de cerros.

   La tragedia dejaba al menos 140 muertos en Guatemala, 19 en México, 65 en El Salvador y 11 en Nicaragua, tras una implacable lluvia que comenzó el sábado 1 de octubre.

   Los desbordamientos de ríos y deslaves provocaron severos daños a la agricultura, infraestructura vial, hidroeléctricas, miles de viviendas, decenas de escuelas y hospitales públicos, según los reportes oficiales.

   En Guatemala, había 44.516 damnificados. Las autoridades indicaron que 19 puentes fueron seriamente daños, cuatro de ellos colapsados, incluido el Cabuz en el frontera con México.

   Además, han sido destruidos decenas de kilómetros en la carretera Interamericana y Pacífico debido a derrumbes y desbordamiento de ríos.

   El presidente guatemalteco, Oscar Berger, indicó a la prensa que este fin se semana durante la reunión de gabinete analizarán los daños provocados.

   «Estamos en el proceso de inventario, este un trabajo que va a tomar tiempo. la ministra de Finanza (María de Bonilla) tendrá que informar los ejercicios que ha hecho para que con el debido presupuesto podamos enfrentar los gastos que se nos vienen encima», adelantó.

   Entre tanto, El Salvador, otra de las naciones más afectadas por los embates de la naturaleza con 65 muertos, ha cuantificado pérdidas por 13,3 millones de dólares en el sector agropecuario.

   El viernes, la tragedia se agravó en El Salvador por un violento sismo de entre 5,5 grados y 6,2 grados en la escala de Richter –según diversos observatorios de la región– lo que provocó el pánico entre los ciudadanos.

   Asimismo, han habido daños en 150 escuelas, 10 clínica públicas y un hospital.

   En México, el paso de Stan dejaba una estela de destrucción y desolación en seis Estados del sur -los más pobres-, donde hasta el viernes se reporta la muerte de al menos 19 personas y más de 2 millones de afectadas por las inundaciones.

   De los decesos, 10 se han registrado en Chiapas (sureste), tres en Oaxaca (sureste), tres en Puebla (centro), dos en Hidalgo (centro) y uno en Guerrero (sur).

   El presidente mexicano Vicente Fox, que ordenó a varios de sus ministros distribuirse en distintos Estados para evaluar las necesidades sobre el terreno, estudia anular su viaje la próxima semana a Salamanca, España, para participar en la XV cumbre Iberoamericana.

   Tapachula, ciudad chiapaneca con más de 300.000 habitantes y fronteriza con Guatemala, es la más afectada por las inundaciones y permanece incomunicada debido a que los tres puentes que cruzan los ríos que la rodean fueron arrancados desde sus cimientos por las intensas corrientes.

   En Veracruz, donde Stan empezó su estela de destrucción el pasado martes, Protección Civil informó que el número de personas afectadas suma más de 1,2 millones, mientras que 3.500 localidades fueron inundadas por más de 30 ríos, primarios y secundarios, que se han desbordado en todo el Estado, que bordea la costa del Golfo.