Quienes conocemos la reciedumbre, capacidad, entrega, dedicación, decisión y responsabilidad del arquitecto Alejandro Montás, expresidente del Codia y uno de los diputados más eficiente y preclaro que ha tenido la Cámara Baja, nos sentimos satisfechos por su designación como director ejecutivo de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD).
No obstante, él tendrá que emplearse a fondo para salir airoso en las responsabilidades que le ha encomendado el licenciado Danilo Medina, Presidente de la República, y no dudamos que así será, porque él tiene la experiencia para desarrollar una gestión administrativa eficiente y transparente.
Precisamente, en procura de honrar sus responsabilidades la dirección de la CAASD ha emprendido una ambiciosa jornada de trabajo para corregir los escapes del preciado líquido provocado por tuberías y acometidas rotas que obstaculizan que el servicio llegue con regularidad a miles de hogares ubicados en zonas vulnerables.
Conjuntamente con esa acción, se podría iniciar un proceso de concienciación y educación para que las familias, empresarios, comerciantes y trabajadores valoren como un bien suyo, aprecien y cuiden el importante producto al que están compelidos a usar en su diario quehacer. La CAASD está inmersa en un proceso de consolidación de sus servicios que incluye la optimización del agua para ofrecerle respuesta inmediata a los consumidores, pero consideramos que para obtener el éxito perseguido debería iniciarse un proceso de acercamiento con los usuarios para lograr una colaboración biunívoca que al final conjuraría el déficit de este bien no renovable. Como estrategia, la dirección de la CAASD podría suscribir acuerdos de colaboración con Salud Pública y Educación, universidades, colegios privados, INDRHI, INAPA, iglesias, clubes culturales y deportivos, sindicatos, amas de casa y juntas de vecinos.