SANTO DOMINGO. El ex grandesligas  Tony Fernández admitió este domingo que durante su tiempo en las Grandes Ligas sufrió discriminación, pero que eso no le impidió mantenerse fuerte en los 18 años que jugó en las mayores.

“Cuando uno llega a las Grandes Ligas, como latino y como negro, llega con dos strikes en contra y el umpire del otro lado”, dijo Fernández en una entrevista en el programa La Semana Deportiva, que produce Héctor J. Cruz junto a Bienvenido Rojas, Mario Emilio Guerrero y Dionisio Soldevila, por Telecentro, canal 13, los domingos de 12 a 2 p.m.

Fernández reaccionó de una manera similar al ser cuestionado sobre las votaciones para el Salón de la Fama, en las que sacó apenas un 0.7 por ciento y fue eliminado de todas futuras votaciones.

 “Creo que podía haber sacado más, fue una injusticia, pero Dios se encarga de todas las cosas y El hará justicia”, indicó Fernández, quien en la actualidad se dedica a predicar la palabra del Señor.

En 17 temporadas en Grandes Ligas, Fernández tuvo un promedio de bateo de .288, con 2,276 indiscutibles.

El nativo de San Pedro de Macorís recordó que en el 2000 se fue a jugar a Japón luego de batear para .328 un año atrás con los Azulejos de Toronto.

 “Solo los Gigantes de San Francisco me hicieron una oferta de US$1 millón, la cual no acepté porque había otros peloteros en una posición igual que la mía y con menos números que tuvieron mejores ofertas”, señaló.

También recordó cómo jugaba con los Yanquis de Nueva York en 1995, cuando sufrió una lesión, de la cual nunca volvió esa temporada porque en su lugar se destacó Derek Jeter.

 “Ese año me dejaron todo el tiempo en las menores porque no había espacio para subir. Sufrí muchas situaciones similares (en mi carrera) que me costaron por lo menos unos 600 hits”, agregó.

Fernández, ganador de cuatro Guantes de Oro, dijo que una de las cosas que más lamentaba era no haber jugado más tiempo  con los Tigres del Licey.

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El error en la Serie Mundial ‘97

 Tony Fernández recordó el error que cometió en la Serie Mundial de 1997 que muchos atribuyen le costó el campeonato a los Indios de Cleveland contra los Marlins de Florida.

“Bobby Bonilla me tapó la bola corriendo y yo me apresuré, pero fue un error, eso es parte del juego”, admitió.