Juan María Ramírez 
Alcalde de Boca Chica, Fermín Brito
Las más de cien juntas de vecinos del municipio de Boca Chica, en un territorio al este de Santo Domingo de 145.67 kilómetros cuadrados, son las que determinan las obras que desarrolla la Alcaldía, de acuerdo con el alcalde Fermín Brito.
“Para nosotros las juntas de vecinos son el sistema nervioso de este municipio junto a las demás organizaciones sociales y eclesiales; participan activamente en la elaboración y vigilancia del Presupuesto Participativo”, expresa.
Brito acoge la Ley 176-07, en su artículo 226 sobre Participación Ciudadana, que ordena a los cabildos fomentar la colaboración ciudadana en la gestión municipal con el fin de promover la democracia local y permitir la participación activa de la comunidad en los procesos de toma de decisión sobre los asuntos de su competencia.
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Para mayor facilidad en los trabajos, precisa, el cabildo ha dividido el municipio en cuatro bloques: Andrés Norte, Andrés Sur, Boca Chica Norte, Boca Chica Sur, así como en el área rural con La Malena y el kilómetro 36. En cada bloque existe una unión de juntas de vecinos que es supervisada por la Alcaldía, y en cada una de las juntas de vecinos se somete al escrutinio de la comunidad para hacer sus peticiones en bloques.
La escogencia de la directiva de estas organizaciones de base se organiza cada año cuando se deben llenar requisitos exigidos por el Ayuntamiento, entre ellos, elecciones democráticas y un padrón con al menos 200 personas.
Entre los trabajos que asumen los presidentes de estas organizaciones van desde asumir la vocería de la comunidad para canalizar sus inquietudes y llevarlas al gobierno local para que las asuma, como la solución en la recogida de los residuos sólidos y el Presupuesto Participativo.
“Son las juntas de vecinos quienes deciden cuales obras son las que más entienden necesita una comunidad a través del Presupuesto Participativo”, subraya Brito.
