A partir del próximo 12 de junio comenzará a desplegarse un nuevo cable submarino que unirá la playa de Sopelana, en la costa vasca, con Virginia Beach, en Estados Unidos.
Una fibra directa, de más de 6.600 kilómetros de longitud, promovida por tres de los más grandes nombres del sector: Telefónica, Microsoft y Facebook.
Anunciado en mayo del pasado año, será en un par de semanas cuando los técnicos de Telxius (filial de Telefónica para infraestructuras de red) comiencen a ‘tirar’ el cable desde la orilla bilbaína.
Contará con ocho pares de fibras y una capacidad inicial estimada de 160 terabytes por segundo.
La importancia de este cable, denominado MAREA, además, no se queda tan sólo en el impacto inmediato que esta ‘línea directa’ con Estados Unidos va a proporcionar a España, sino que servirá para consolidar a España como epicentro de las comunicaciones digitales a escala mundial.
No en vano está previsto que esta infraestructura sirva como puente para facilitar tráfico desde Estados Unidos a países al este, como Oriente Próximo y todo el sur de Europa, combinando varios de los cables con que disponemos en la actualidad.
Desde que en 1852 se tendiera el primer cable submarino de telecomunicaciones, nuestros mares han visto como estas infraestructuras, creadas por el hombre y para el hombre, conviven con una frecuencia cada vez mayor con la fauna y flora habitual de estos entornos, señala un diario español.
Actualmente hay más de 1.000 millones de metros de cable desplegado por todo el fondo marino.