POR DAVID STEELE
Del Baltimore Sun
Justo cuando las noticias estaban comenzando a ponerse buenas, especialmente en la rotación de pitcheo, todo volvió a ponerse feo, rápido. Bueno, no tan rápido, pasaron cuatro entradas y dos tercios y 106 lanzamientos, incluyendo cuatro salvajes y otro en el hombro de Daryle Ward.

A los pitchers les dicen que trabajen rápido, pero eso no salió muy bien que digamos.

Aun así, antes de eso, hubo optimismo. Por primera vez en una semana, las hormonas y las píldoras y las citaciones habían sido dejado de lado. También todos los comentarios de “rivalidad”, que nunca estuvieron muy calientes para comenzar. Más que nada, las preocupaciones por los abridores habían cesado.

Las últimas cuatro aperturas no habían sido todas joyas, pero algunas lo fueron, y otras estuvieron cerca.

Aun antes de la apertura del domingo contra los Nacionales hubo más buenas noticias: los Orioles añadieron a Russ Ortiz, que no fue exactamente la contratación de Johan Santana, pero quedó la impresión de que los Orioles estaban en el vecindario de buen pitcheo, al menos de abridores.

Versión (Dionisio Soldevila Brea)