Los cacaocultores dominicanos proponen aprovechar los altos precios del producto en el mercado internacional y retomar el plan creado en 2021 para aumentar la productividad de las plantaciones para aumentar las exportaciones.
Este plan no tuvo éxito por la dispersión de esfuerzos en el manejo de la política hacia ese sector y porque no se logró una adecuada integración entre los sectores público y privado. Una tarea que requiere de fondos que deben ser manejados con transparencia y mediante fideicomiso.
Lo plantearon los directivos del Clúster de Cacao y Chocolate de Confenagro y de la Confederación Nacional de Cacaocultores Dominicanos (Conacado) Silvio Rodríguez, presidente del clúster y los miembros César López y Arsenio Santos, e Isidoro de la Rosa, director de Conacado, expresaron que el plan debe estar dirigido a rehabilitar (abono y poda sincronizada) y renovar las plantas porque el 80 % de las plantaciones es viejo y con baja productividad, pero estiman que con esta estrategia se aumentaría.
Destacaron que el 84% de los productores de cacao es pobre o muy pobre, por lo cual -dicen- mirar hacia ese sector es vital si se quiere atacar la pobreza nacional.
Consideraron que el cultivo de cacao tiene grandes oportunidades de crecimiento si aumenta su productividad y se aprovecha los precios, como lo hacen Colombia, Ecuador y Perú. Precisaron que estos países lo hacen con una gestión exitosa del sector y una visión única, sin luchas internas y dando la importancia que merecen los productores.
“Hay que mejorar la productividad e invertir para lograr el desarrollo y que los cacaocultores tengan recursos”, puntualizó Rodríguez.
Actualmente la producción nacional está entre 300-400 kilos de cacao por hectárea y el potencial es 2,000. El promedio mundial es 500 kilos por hectárea.
Los productores manifestaron que es fundamental la unidad en torno a un plan de desarrollo a corto, mediano y largo plazo, contando con la visión del Gobierno.
Creación de fondo con fideicomiso
De acuerdo a De la Rosa, se puede crear un fondo para el desarrollo integral de la cacaocultura, el cual -enfatizó- puede contar con el aporte de los productores a través de una contribución de las exportaciones del cacao en grano del 10% del precio de bolsa a partir de 3,600 dólares por tonelada. Para él, este puede ser manejado en una alianza público-privada que incluya a los productores, los principales exportadores e industriales del cacao y con un fideicomiso con el respaldo del Banco de Reservas para garantizar una gestión trasparente. Propone que este fideicomiso sea auditado por una firma seleccionada por el Poder Ejecutivo y un auditor de la Contraloría General de la República (Ministerio de Hacienda).
De lograrse, puntualizó, el 20% de los ingresos de la contribución de los productores nutrirá un fondo de contingencias climáticas porque, dijo, el clima es uno de los mayores riesgos que se enfrentan.
López resaltó, entretanto, que también es importante la formación de los recursos humanos para que puedan aplicar la ciencias al cultivo y el uso de tecnología con resiliencia climática y protección del medioambiente. Alabó las características aromáticas y de sabor del cacao dominicano y dijo que la República Dominicana es líder internacional en cacao orgánico.
Los productores precisaron que el 90 % de la producción nacional es orgánica, pero que sólo el 60% está certificada como tal. Expresaron que con un plan adecuado esto puede ser mejorado y aumentar la competitividad para ser exportado. Conacado tiene más de 10,000 miembros. Es la mayor exportadora de cacao orgánico globalmente con cerca de un 25% de las exportaciones del producto del país. A pesar de esto, más del 80% de sus miembros son pequeños y medianos productores con un promedio de tres hectáreas (50 tareas) por agricultor, lo cual les mantiene cercanos a la línea de pobreza.
El 40 % de los productores de cacao está asociado. Esperan que con un buen plan de trabajo el 80 % se puede agrupar y como sector adquirir mayor fuerza.