BERLÍN. EFE. Empresarios, altos ejecutivos, artistas, deportistas de elite y otros millonarios tiemblan en Alemania al iniciarse ayer los registros contra cientos de sospechosos de defraudar miles de millones de euros al fisco, en un caso destapado por los servicios secretos germanos (BND).
Las fiscalías de ocho ciudades, entre ellas las de Fráncfort, Múnich y Stuttgart, han emprendido una redada sin precedentes a escala nacional para combatir lo que el ministro de Finanzas, Peer Steinbrück, ha calificado de pérdida de decencia de parte de la elite del país, y recuperar parte del dinero evadido.
La propia canciller federal, Angela Merkel, abordará la cuestión el miércoles próximo, cuando se reúna con el primer ministro y titular de Finanzas de Liechtenstein, Otmar Hasler, cuyo país ha sido el destino del flujo ilegal de capitales.
La cita entre la jefa del gobierno de Berlín y su colega del Principado estaba programada de antemano y no habría levantado interés de no ser por el escándalo destapado cuando el ya ex presidente de Deutsche Post, Klaus Zumwinkel, fue objeto de un registro domiciliario al amanecer.
La suya fue la primera cabeza que rodó- tras ser acusado formalmente de fraude al fisco, presentó su dimisión el viernes y desde ayer su puesto lo ocupa Frank Appel, elegido nuevo presidente por el consejo de vigilancia.
Soborno
Apenas un día después de la dimisión del ejecutivo, salió a la luz que el BND había pagado 5 millones de euros a un informante a cambio de un CD con los datos de clientes bancarios que habrían eludido el pago de impuestos mediante el traslado sistemático de sus ingresos a Liechtenstein.
Miles y miles
El cómputo de implicados abarcaría a centenares de personas.