Intensas horas de esfuerzo fueron desplegadas por organismos de socorro para localizar el cuerpo de un hombre que quedó atrapado bajo el deslizamiento de tierra, en una pendiente de la cañada Bonavide, del barrio Guachupita, Distrito Nacional.

Brigadas de rescate de la Defensa Civil, Cuerpo de Bomberos, del Ejército Nacional y otros organismos, trabajaron con ahínco en el lugar de la tragedia para localizar el cuerpo de Eddy González, de 51 años, quien quedó atrapado en una de las habitaciones al momento de que la vivienda de dos niveles colapsar, próximo a las 7:00 de la mañana de este viernes.

El coronel Juan Tavárez, comandante de rescate del Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional, y Rafael Rosario, oficial de la Defensa Civil en esta demarcación, informaron que luego de recibir la información del sistema de emergencia 911, empezó el trabajo para ubicar al hombre bajo los escombros.

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Fue próximo de las 5:00 de la tarde, que una brigada formada por nueve instituciones del Estado, logró recuperar el cadáver.

Al llegar dispusieron la evacuación de tres familias que habitaban en la parte superior de donde hubo el deslizamiento, ya que las propiedades quedaron agrietadas, en peligro inminente.

Señalan que la estructura desplomada era un taller de reparación de colchones y que en un lado dormía González, visto por última vez a las 11:00 de la noche del jueves, cuando acudió a comprar tres funditas de agua al frente de donde fue registrado el hecho.

Rescate despacio

El proceso de despejar escombros fue lento, pues sólo podían subir dos rescatistas a la vez, debido al peligro de nuevos deslizamientos. Además, para evitar la menor carga posible, ante la sospecha que debajo estaba González.

Pasada las 6:00 de la tarde, el cuerpo de Rodríguez permanecía tapado en el suelo a la espera que el médico legista realizara el levantamiento.

Vecinos del lugar aseguraban que González estaba atrapado bajo los escombros, porque no lo volvieron a ver salir, luego que anoche fuera al colmado de enfrente.

El área donde estaba el cadáver de Rodríguez no tenía techo, se cubría de la inclemencia del tiempo con una lona.