Cádiz, España. Esta ciudad posee en sus 12 kilómetros cuadrados una gama de riqueza visual, que la hace acogedora precisamente por ser tan pequeña. Un recorrido de nueve horas en avión para llegar a Madrid y luego diez horas en autobús para trasladarnos a esta bella ciudad gaditana valió la pena. El morado lila de las lavandas, el verdor de los olivares y el sello amarillo de los girasoles bastaron para dejar atrás el cansancio de todo un día y medio de viaje.

Al recorrer sus callejuelas adoquinadas y empedradas nos encontramos con plazas de descanso y de entretenimiento que los citadinos utilizan para degustar sus tapas, cervezas o tinto de verano. Si es al mediodía encontrarás cerradas muchas tiendas y negocios de españoles, que todavía llevan consigo la tradición hispánica de dormir la siesta.

La bahía de Cádiz, situada al suroeste de Andalucía, goza de un buen clima durante todo el año. Adolece de montañas, por lo que los fuertes vientos baten la ciudad. Los vientos llamados de poniente traen las brisas húmedas del Atlántico, mientras que el de levante, cuyo soplo procede de África, es seco y caliente.

Su fundación se remonta al año 1.100 a.C. por los fenicios, con el nombre de Gadir, convirtiéndose en la ciudad viva más antigua de occidente.

Esta ciudad se divide en dos grandes zonas: la de intramuros o casco histórico, llamada por los gaditanos “Cádiz”, situada entre dos mares y donde se celebran los festivales folklóricos y carnavales que están considerados como interés turístico; y la zona de extramuros, llamada “Puerta Tierra”, que es la ciudad urbanizada, que se caracteriza por sus construcciones modernas, largas avenidas y playas, en la que el Paseo Marítimo y la avenida que da acceso a la antigua Cádiz, por las Puertas de Tierra, son las principales arterias de comunicación.

Dentro de los rasgos arquitectónicos de esta ciudad se encuentran sus torres-miradores desde donde los comerciantes observaban los barcos que traían las riquezas de América en los siglos XVII y XVIII. También el Casino gaditano, que dentro de su interior conserva en su construcción el estilo neo mudéjar.

Sus atractivos. Entre los atractivos de la ciudad están sus playas, museos, el puente José León de Carranza, que divide la bahía en dos, Palacio de Congresos, el Ayuntamiento, Arcos de los blancos, el Museo de la Catedral, el Gran Teatro Falla, Plaza de las Flores y el Monumento a las Cortes en la Plaza España, donde se firmó la primera Constitución española el 19 de marzo de 1812.

Cádiz se convirtió en este 2012 Capital Cultural Iberoamericana con la celebración de los doscientos años de la Constitución de 1812, por lo que ha sido un encuentro de reflexión entre los países de Iberoamérica. 

José Antonio Abad, joven gaditano, cuenta que en el lado antiguo de la ciudad no se puede levantar una piedra para modificar que no sean los arqueólogos; los citadinos andan sobre la historia. “Hay casas tan antiguas que solo se puede reformar su interior, ya que sus fachadas no se pueden alterar”.

Ángela Martínez –Angie- es una dominicana con 23 años residiendo en este pedacito de España. Casada con Laureano González Carmona, no se arrepiente de unirse a un gaditano y formar su bella familia. “Con la doble nacionalidad no me siento española sino gaditana y dominicana”. 

En cuanto a la gastronomía, la cocina gaditana tiene influencias foráneas aunque está marcada por la cocina tradicional, con la de la costa que es marinera combinada con la del interior de la ciudad. 

¿Qué hacer?

Desde Madrid

En Madrid tomar un autobús en el aeropuerto (vale 2 euros) y te lleva a la Estación  de Atocha, tomar el tren Alvia, que va directo a Cádiz y te deja en el centro de la ciudad.

… También hay autobuses que viajan diario a Cádiz (menos de 50 euros ida y vuelta a Madrid). Se toman en la Estación Sur de autobuses, en la calle Méndez Álvaro 83.

… De Madrid se llega por avión al aeropuerto de Jerez, provincia Cádiz y luego un tren o autobús para llegar a la ciudad.