Cae producción de alimentos

Cae producción de alimentos

POR  FAUSTO ADAMES
JUAN DOLIO,
San Pedro de Macorís. – La  producción de alimentos ha bajado en los últimos cuatro años, pero ha sido básicamente en el 2003 cuando se presentó una disminución considerable en los volúmenes obtenidos en rubros esenciales de la dieta diaria, como la leche, el arroz y la carne de cerdo.

Este descenso ocurrió principalmente por la devaluación del peso con relación al dólar, porque los insumos que utilizan los agricultores se elevaron demasiado y las fincas de alta producción consumen una gran cantidad de granos importados de los Estados Unidos.

De acuerdo con las informaciones ofrecidas por Frank Tejada, economista y productor agrícola, rubros como la leche y la carne de cerdo fueron afectados por esta causa, mientras la producción de arroz se ha reducido considerablemente por un «baneo» ocurrido en las plantaciones.

El economista explica que «son tantas las causas que pueden producir un baneo en este cultivo, que todavía no se conocen las razones específicas que lo originaron». «Por lo tanto, el 14 de diciembre próximo los arroceros sostendrán una reunión en La Vega, para advertir a los agricultores que tengan precaución por este efecto que podría seguir ocurriendo en los arrozales. El arrocero advierte que la producción de arroz del presente año podría reducirse considerablemente por este fenómeno.

ENERGÍA ELÉCTRICA

También ha afectado en este descenso la falta de energía eléctrica, «porque sino hay electricidad no hay producción ni desarrollo».

El productor afirma que los apagones son el pan de cada día de los productores nacionales.  «En mi caso específico, tengo la finca en la zona de Cotuí y en ese circuito hay un promedio de 15 a 18 horas diarias de apagones, y este es uno de los problemas más serios que debe enfrentar las autoridades.

«Si no se logra este objetivo aquí nunca tendremos la oportunidad de producir con eficiencia, ni mucho menos competir con los países vecinos», advirtió

Las declaraciones del economista fueron ofrecidas en el Séptimo Encuentro Nacional de Dirigentes del Sector Agropecuario, organizado por la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD) y celebrado en el Hotel Capella, de esta localidad.

TLC

Con relación al Tratado de Libre Comercio (TLC), Tejada afirma que «hasta ahora hay muchas inquietudes entre los productores nacionales sobre la firma de este acuerdo, y hay un grupo de agricultores que está tratando de que el Gobierno dominicano revise algunos aspectos del tratado. «Esto no significa de ninguna manera que están opuesto al mismo,  pero quieren ver como se mejoran algunas de sus cláusulas».

El economista reveló que hoy en día la República Dominicana está en una posición de desventaja de 15 a 1 con los países de Centroamérica. «Es decir de 15 dólares que venden estos países a la República Dominicana, nosotros solo vendemos un dólar por que tenemos serios problemas de competitividad».

Sobre este aspecto, Tejada afirma que esta es la razón principal de su participación en el encuentro que se realiza aquí. «Es decir estamos reunidos en este lugar para presentar el «Plan Nacional de Desarrollo Rural «, que es un proyecto grande, y que abarca todo un cambio de política agrícola, en el cual se propondrá una reconversión productiva de cinco regiones del país, que están en estos momentos económicamente definidas». «Y  dentro de este marco, lograr que las instituciones del sector cambien su forma de actuar», dijo.

Según sus palabras, el mundo actual ha entrado en una etapa de aplicación de la llamada «economía del conocimiento», que se fundamenta en la utilización de alta tecnología e innovación.

«Por tanto, hemos propuesto este proyecto que podría costar entre US$300.00 a US$500.00 millones, en sus diferentes etapas, y que en la práctica daría excelente resultados,  porque consiste en lograr una zonificación agropecuaria, para identificar las zonas aptas para los cultivos, dónde tendrán verdaderamente las condiciones climatológicas necesarias».

Tejera indica que con este proyecto el sector podría transformarse «en lo que llamamos una agricultura de precisión y de alto valor agregado».

También, es necesario lograr la transferencia tecnológica, porque para que los agricultores puedan competir necesitan de alta tecnología, dijo.

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