BAGDAD (AP).- Un ataque con un cohete contra un vecindario chiíta en el sur de Bagdad ayer por la tarde mató a 10 personas y dejó a otras 19 heridas, lo que elevó la cifra de muertos a por lo menos 27, indicó la policía de Irak. En tanto, legisladores enfurecidos por la incesante violencia que azota a Irak exigieron a los ministros de Defensa y del Interior que comparezcan ante el parlamento para que expliquen qué se está haciendo para detener a los escuadrones de la muerte y los secuestros que han costado miles de vidas de iraquíes.

Aproximadamente unos 200 cadáveres han aparecido en los alrededores de Bagdad en la última semana, como parte de un incremento en la violencia sectaria que afecta al país desde principios de septiembre.

Cuatro soldados estadounidenses perdieron la vida en Irak, informó el comando militar estadounidense en ese país, entre ellos uno que falleció el martes a consecuencia de un auto cargado con explosivos que conducía un extremista suicida en el norte de Irak.

Otros dos soldados fallecieron el domingo por la tarde.

El incremento en la violencia continúa a pesar de una serie de medidas encaminadas a incrementar la seguridad en Bagdad, que comenzaron el 7 de agosto con la inclusión de otros 12.000 elementos iraquíes y soldados estadounidenses.

El principal comandante militar estadounidense indicó que debido al incremento en la violencia, el ejército estadounidense muy probablemente mantendrá o incluso incrementará su nivel de efectivos desplegados en el país, que supera los 140.000 soldados en Irak, y que estarán en esa nación del Medio Oriente por lo menos hasta el primer trimestre del año próximo.

El general John Abizaid, líder del Comando Central de Estados Unidos, indicó que los dirigentes militares considerarán el incremento de soldados o extender el despliegue de más soldados y de otras unidades en Irak de ser necesario.

En tanto, cinco cohetes cayeron en casas residenciales del vecindario de Abu Tesher en el distrito de Dora, habitado predominantemente por sunitas, dijo el capitán de policía Firas Queti. En el lugar murieron 20 personas.

Los heridos fueron traslados al hospital de Yarmouk.

En otro ataque, una granada de mortero cayó en una casa en el barrio chií de Abu Sayfeen, en el centro de Bagdad, donde mató a una persona que estaba afuera del edificio e hirió dentro de la casa a tres niños, cuyas edades fluctuaban entre los 11 y los 15 años, así como a su padre, informó el primer teniente de la policía, Ahmed Mohammed, de la estación de policía de Risafa.

Por otro lado, hombres armados dieron muerte al alcalde del poblado de Udhaym, mientras que en Bagdad explotó un carro bomba cerca de una estación de gasolina, provocando la muerte de dos civiles y dejando 25 heridos más, dijo la policía.