BAGDAD (AFP) – El ejército estadounidense prosiguió este lunes con su mala racha en Irak, donde perdió otros cinco hombres, mientras al menos 44 iraquíes murieron y otros 72 resultaron heridos en varios atentados y ataques por todo el país.

Este lunes también empezó en Bagdad la audiencia contra un oficial estadounidense acusado de “ayudar al enemigo” cuando dirigió la prisión de Camp Cropper, en la capital iraquí.

De los 44 fallecidos, 23 murieron en un atentado suicida perpetrado durante un funeral en un barrio chiita en Jales, a 80 km al norte de Bagdad, según informaron los servicios de seguridad iraquíes.

Jales está a unos 20 km de Baaquba, capital de la provincia de Diyala, donde los actos de violencia religiosa entre chiitas y sunitas son especialmente mortíferos y donde la red terrorista de Al Qaida está muy implantada.

En cuanto a las pérdidas estadounidenses, tres militares murieron por la explosión de una bomba al paso de su vehículo, otro perdió la vida en un tiroteo en el este de Bagdad, una zona mayoritariamente chiita, y el quinto, un marine, falleció en combate en la provincia de Al Anbar, feudo de los rebeldes sunitas.

Con 96 militares muertos, el mes de abril es el más mortífero para el ejército estadounidense en Irak en lo que va de 2007. En total, las bajas norteamericanas desde la invasión de Irak, en marzo de 2003, ascienden a 3.349, según un balance de la AFP basado en cifras del Pentágono.

El ministerio británico de Defensa, por su parte, anunció también la muerte de un militar, el domingo, en un ataque en Bassora (sur), con lo que ascienden a 146 las bajas británicas en Irak.

Paralelamente en Bagdad se dio inicio a la audiencia del teniente coronel estadounidense William Steele, acusado de haber “ayudado al enemigo” y haber tenido relaciones “inapropiadas” con dos mujeres cuando estaba a cargo de la prisión de Camp Cropper.

Esta “audiencia según el artículo 32”, equivalente militar del procedimiento judicial civil estadounidense del gran jurado, está destinada a examinar si las acusaciones son suficientemente serias para permitir una inculpación y un proceso.

La audiencia podría provocar un nuevo escándalo, tres años después de las revelaciones sobre los malos tratos infringidos por militares estadounidenses a detenidos iraquíes en la prisión de Abu Ghraib.

Durante la audiencia de este lunes, dos testigos acusaron a Steele de adulterio y de estar en posesión de documentos de carácter pornográfico.

   “Encontré 37 vídeos y 122 imágenes pornográficas en el ordenador de servicio del teniente coronel Steele, además de mensajes de correo electrónico que hacen presumir un adulterio”, declaró el agente especial Patrick Rasmussen.

   El teniente coronel Quentin Crank, el sucesor de Steele al cargo de la prisión bagdadí a finales de 2006, también señaló haber hallado en su ordenador “material pornográfico descargado de internet”.

   En Bagdad, varios miles de chiitas se manifestaron este lunes para protestar contra una operación estadounidense cerca de la mezquita de Zasimiyah, en el oeste de la ciudad.

   Enarbolando banderas iraquíes y telas con lemas religiosos, unos 3.000 hombres marcharon en dirección a la mezquita, donde está el mausoleo del séptimo imán chiita, Mussa Al Kazim, fallecido en el año 799.

   Los manifestantes denunciaron un ataque, el domingo, contra una oficina del movimiento del líder radical chiita Moqtada Sadr, opuesto violentamente a la presencia de las tropas estadounidenses en Irak.

   Por su parte, el ejército de Estados Unidos hizo público este lunes un comunicado en el que confirmaba haber llevado a cabo una operación en esa zona pero desmentía haber entrado en la mezquita o en el local del movimiento de Sadr.