Café con leche, ¿cuál prefieres?

Café con leche, ¿cuál  prefieres?

Comenzar esta historia sobre el aromático, exquisito y mundialmente conocido café, sin la expresión ¡mmm!, sería prácticamente deshonesto, ya que esta bebida se caracteriza por ser una especie de “stop” (alto) en el trabajo, integradora en conversaciones de familias, amigos, compañeros de labor…

Me imagino que pocas personas se resistirían a una taza en sus diferentes versiones de café con leche en el desayuno, después del almuerzo, a media tarde, e incluso una tarde-noche en una amena conversación.

El café con leche, llamado también “café late” por “café au lait” (denominación francesa), es uno de los más conocidos y por ende consumido, pero hay que aclarar que esta bebida -cuyos protagonistas son el café y la leche- tiene otras variedades, y cada quien tiene su preferida.

Es bueno decir que cuando se habla de café con leche, el tamaño de la taza donde se sirve es importante, ya que por lo general para el común se utiliza una taza con una medida de unos 200 a 250 ml.; sin embargo, al que se sirve en tazas pequeñas se le denomina “cortadito”, o “cortado”.

¡Ah!, pero las denominaciones no se quedan ahí, el café con leche tiene otros “nombres”, según se le agregan otros ingredientes.

Café con leche común. Generalmente se sirve en una taza de 200 ml. que se pone por la mitad de café y a la que se añade igual cantidad de leche, que puede ser entera, semi descremada o descremada, según su preferencia y dieta alimenticia.

Café Capuchino. Es uno de los más populares. La palabra viene del italiano, de la palabra “cappuccio”, cuyo significado es capucha, y está relacionado con el atuendo de los monjes capuchinos.

Su fama tiene que ver con su preparación, de donde viene su textura espumosa. Las porciones aconsejadas para la elaboración de este tipo de café con leche es 1/3 taza de café puro con un 2/3 de leche bien caliente espumosa.

Entre las variedades de café con leche está también el denominado café moca. Es prácticamente el mismo, pero varía en que a esta, aunque tiene la misma base de ingredientes: café y leche, se le añade una capa de sirop de chocolate, o cacao, y se espolvorea con canela.

Algunos consumidores de café con leche suelen confundir esta variante con el capuchino, pero no es lo mismo debido a la inclusión del sirop de chocolate que le cambia el sabor.

Historia del café con leche. Datos respecto a esta sabrosa bebida que generalmente se toma caliente, pero que también se puede disfrutar fría o helada, especialmente en la temporada de estío, indican que tiene su origen en el siglo XVII, aunque se dice que fue a final del siglo XIX, cuando adquiere su mayor apogeo, especialmente debido a que en conocido escritor de origen americano William Dean Howells lo dio a conocer en uno de sus libros.

¿Te gusta? Disfrute el que prefiera, lo más importante es que es de fácil elaboración en casa, pero igualmente los puede solicitar en cualquier cafetería o establecimiento de café en el mundo.

Es una bebida ideal para las mañanas, tardes, para reuniones, para esos momentos ocio ¡o de sosiego!

Publicaciones Relacionadas

Más leídas