CAFTA-RD generó mayor batalla política
en un tratado comercial

CAFTA-RD generó mayor batalla política <BR>en un tratado comercial

DE LOS SERVICIOS DE HOY
WASHINGTON.- El CAFTA-RD generó la mayor de las batallas políticas que se han producido en los Estados Unidos en torno a un tratado de libre comercio. Todavía ayer, horas antes de que CAFTA-RD fuera sometido a votación de la Cámara de Representantes, los líderes demócratas en la Cámara de Reprewsentantes llamaron a votar contra el tratado, mientras que por otro lado, el presidente Bush, en un último esfuerzo para lograr su aprobación, se reunió en el Congreso con los representantes republicados e hizo una arenga final en el Capitalio para pedir a sus correligionarios cerra filas en favor del CAFTA-RD.

Bush afirmó que el tratado tiene «una importancia geopolítica e interés nacional».

En cambio, la íder de la minoría demócrata en la cámara baja, Nancy Pelosi, afirmó que la aprobación del CAFTA-RD «Será una victoria pírrica».

El comentario pareció ser una concesión demócrata a la inminente aprobación del tratado y se produjo casi coincidentemente con la gestión personal del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en el Capitolio ante miembros de su partido.

Las acciones de Bush y Pelosi ocurrieron horas antes de que se iniciara el debate del tratado en la Cámara de Representantes.

El acuerdo, negociado en 2003 y firmado en mayo del año pasado, había sido aprobado por el Comité de Finanzas del Senado, por el Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara y por el pleno del Senado. Sólo faltaba la decisión de la Cámara en pleno.

En la víspera de la sesión plenaria de ratificación, las perspectivas pesimistas se complicaron, cuando los demócratas bloquearon un proyecto impulsado por los republicanos, con el que buscaban ganar más votos en favor del acuerdo.

La agencia Reuters reportó que los demócratas se niegaron a apoyar la aprobación de una iniciativa que buscaba permitir a las compañías estadounidenses fijar aranceles contra importaciones «subsidiadas», desde China, y otros países que no poseen estatus de economías de mercado.

Los demócratas desestimaron el proyecto por considerarlo un intento cosmético para solucionar las disputas comerciales con China. Ahora, el Comité de Medios y Arbitrios tendrá dificultades para someter a votación estas medidas contra China.

Esta posición frustra la estrategia del republicano Bill Thomas, líder del Comité de Medios y Arbitrios, para captar los votos de republicanos de Pennsylvania y Michigan, quienes se resisten a votar por el acuerdo.

Thomas había asegurado ya los votos de republicanos reacios, tales como Phil Inglish, de Pennsylvania, y quizás entre seis y ocho legisladores más, para quienes las medidas contra China son un buen motivo para decidir si apoyan el TLC.

Entre el grupo de indecisos está Todd Platts, un republicano de Pennsylvania que el lunes parecía inclinarse a votar por el Tratado, según informes de los periódicos de Washington.

A pesar de estos inconvenientes, los republicados estaban optismistas de que conseguirían la aprobación del tratado.

El presidente de la Cámara de Representantes, Dennis Hastert, aseguró anteayer que los republicanos aún estaban trabajando para asegurar los 218 votos necesarios para lograr la aprobación del Tratado.

En su intento por salvar el número de votos disponibles, Thomas se comprometió a mover cualquier legislación, para evitar que Nicaragua prefiera la tela china para la fabricación de ropa, en vez del uso de tela estadounidense.

El Tratado permite a Nicaragua importar 100 millones de metros cuadrados de telas asiáticas, para confeccionar prendas que luego puede introducir en Estados Unidos, sin pagar aranceles.

En el paquete de leyes de implementación del TLC que la Casa Blanca envió al Congreso, se encuentra la disposición de proporcionar la autoridad al Presidente de modificar la tarifa arancelaria a las importaciones de ropa, así como de precisar las reglas de origen respectivas, para otorgar el trato preferencial.

PRESIONES

Por su parte, el secretario de Comercio, Carlos Gutiérrez, se estuvo movilizando hacia los estados reacios y a favor del acuerdo, para convencer y mantener el apoyo conseguido.

Gutiérrez concedía entrevistas radiales, televisivas y a medios escritos. También se estuvo reuniendo con los congresistas indecisos, en un promedio de tres a cuatro veces diarias, según los periódicos de Washington.

Los embajadores y ministros de Economía y Comercio Exterior de Centroamérica, junto a inversionistas y a la Cámara de Comercio estadounidense también reforzaron su presencia en el Congreso, para asegurar los votos ganados.

Carlos Orellana Merlos, encargado de negocios externos, de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), consideró que si el TLC es rechazado por el Congreso, Centroamérica tendrá muchos aprietos económicos.

Recordó que la Iniciativa de la Cuenca del Caribe (ICC), que actualmente concede la entrada libre de aranceles para los productos de la zona, en Estados Unidos, vence en 2008 y no hay posibilidades de renovarla, porque así lo determinaron los congresistas, en la última prórroga de la misma.

Las exportaciones de la región se reducirían a productos étnicos, que son los únicos que no tienen aranceles en Estados Unidos, con o sin ICC.

La maquila sería la más golpeada, por lo que el café podría tomar su lugar, en caso de que los precios internacionales sigan al alza, agregó.

La ropa china no tardará en llenar los cupos de las confecciones centroamericanas, cuando desaparezca la ICC, en dos años. Según Orellana, las economías registrarían estancamientos y los inversionistas locales se podrían nerviosos.

En cambio, si el Tratado es ratificado, la región reportará crecimientos económicos y flujos de inversión.

Roberto Rivera Campos, director del Departamento de Estudios Económicos y Sociales, de Fusades, dijo que El Salvador y Costa Rica son los dos países de la región que más inversión extranjera reciben, pero que no necesariamente se mantendrán como tales, ya que el resto de la zona ganará competitividad.

El reto será ser más competitivos, exportar más y coordinar como un bloque la integración centroamericana, concluyó.

ESPERABAN VOTACIÓN REÑIDA

La titular de Economía de El Salvador, Yolanda de Gavidia, había vaticinado: «Lo que sí es seguro es que la batalla por la aprobación será muy reñida».

Pese a que todavía hay algunos congresistas que no querían dar la cara públicamente argumentando que apoyan el acuerdo, la funcionaria apuntó que en secreto han dado su palabra de que acompañarán al Presidente Bush avalando esa iniciativa.

La ministra se había trasladado a Washington, distrito de Columbia, cabildeando por el Tratado, uniéndose así a la comitiva que ya mantenía sesiones con diferentes representantes republicanos y demócratas, en vísperas de la votación de la Cámara de Representantes.

«El informe que recibí es que el ambiente es muy esperanzador. Me atrevo a decir que se ha avanzado bastante; hemos hecho nuestro mejor esfuerzo y ya que el tema se definirá en las próximas horas estamos muy positivos», dijo de Gavidia.

De acuerdo con la Ministra, otros funcionarios del istmo que estarían presentes en Washington con motivo de la votación del Cafta RD en la Cámara de Representantes son el ministro de Economía de Guatemala, que ayer por la noche estaba por llegar, y el enviado especial de Honduras, Norman García, ex ministro de Economía.

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