CAFTA y el EPA
Algunas similitudes y diferencias

<STRONG>CAFTA y el EPA <BR></STRONG>Algunas similitudes y diferencias

IVÁN OGANDO LORA
La República Dominicana y los demás países miembros del CARIFORO entran en la fase crucial de la negociación del nuevo esquema comercial que regirá sus relaciones con la Unión Europea (UE) a partir de 2008.    Dicha negociación, que deberá concluir en diciembre de 2007 con el establecimiento de un Acuerdo de Asociación Económica (EPA por sus siglas en inglés), es la más importante desde el TLC entre Centroamérica-RD y los Estados Unidos.    

En tal sentido, el DR-CAFTA constituye una referencia válida para establecer algunas similitudes y diferencias sobre aspectos que permitan tener una mejor comprensión del proceso de negociación de un EPA con la UE.

En cuanto a similitudes, tenemos que tanto el  DR-CAFTA como el EPA implican acuerdos de liberalización del comercio de bienes y servicios con  contrapartes que tienen un grado de desarrollo mucho mayor al nuestro.   En ambos casos, el resultado es el cambio de un régimen comercial preferencial unilateral y temporal, por uno bilateral con carácter de permanencia y de acuerdo a las normativas de la OMC.   Las negociaciones del DR-CAFTA y del EPA no son parte de una iniciativa nacional para expandir el comercio exterior,  sino que son negociaciones definidas por  factores externos ante las cuales se reacciona para  evitar la erosión  de nuestras preferencias comerciales y pérdida de la competitividad con respecto a terceros países, en los mercados de los EU y Europa respectivamente.     

Como el CAFTA, la negociación de un EPA incluirá, no solo la liberalización del comercio de bienes, sino también de los servicios y la inversión, y abarcará aspectos de Propiedad Intelectual, Compras del Sector Público y Política de Competencia.   Ambos esquemas comerciales son una herramienta política importante para promover los procesos de reforzamiento institucional necesarios  para atraer la inversión extranjera y resultarán en un incremento de la competencia en el mercado nacional, donde los consumidores deberán ser los mayores beneficiados.  

Sin embargo, a diferencia del CAFTA, cuya negociación tuvo un enfoque estrictamente mercantilista, la negociación de un EPA tiene un énfasis desarrollista en el cual la liberalización comercial será en función de los requerimientos y condiciones necesarias para fomentar el desarrollo económico de los países del Caribe ACP.  Por ello, el proceso de liberalización que resultará de EPA no es un fin en sí mismo, sino que se enmarca dentro de los objetivos y posibilidades de desarrollo económico sostenible definido por  los países del CARIFORO.  El EPA se basa en el reconocimiento explícito de otorgar trato especial y diferenciado a las economías de menor desarrollo económico, al tenor del articulo 37.7 del Acuerdo de Cotonou que establece que  “Las negociaciones tendrán en cuenta el nivel de desarrollo y la incidencia socioeconómica de las medidas comerciales en los países ACP, y su capacidad para adaptarse y para ajustar sus economías al proceso de liberalización.”

Aunque aún no se ha definido una cifra, se entiende que el EPA, va acompañado de un paquete de asistencia financiera no reembolsable dirigida a ayudar a compensar el costo del ajuste estructural derivado del proceso de liberalización arancelaria de los países ACP, los cambios institucionales y  mejorar la capacidad de producción de bienes exportables, en calidad y cantidad, al mercado europeo a través de programas que destinados a incrementar la competitividad de los sectores productivos nacionales.   

Otra diferencia significativa entre ambos procesos es  que la promoción del proceso de integración regional como vía para expandir el comercio, es un objetivo explícitamente definido en el proceso de negociación de un EPA, mientras que en el CAFTA, esto nunca fue un tema de discusión particular.

En el caso del EPA, la República Dominicana participa de manera conjunta con los demás países del CARIFORO, desde el inicio de  todo el proceso de negociación.   Esto implica un ejercicio de negociación diferente al de DRCAFTA,  en el cual los intereses dominicanos deberán ser consensuados e incorporados dentro de la estrategia regional conjuntamente  con los demás países del CARIFORO.   Esta estrategia determinará los parámetros de las negociaciones con la  UE, las cuales estarán a cargo de un Colegio de Negociadores  integrado por expertos caribeños de los diferentes países de la región.

Los sectores productivos nacionales deben integrase activamente a las negociaciones de EPA con la UE a través de los mecanismos de participación definidos por el sector oficial, en particular el Comité Nacional de Negociaciones Comerciales (CNNC) y la Cancillería.     Subestimar las negociaciones de un EPA sería un grave error estratégico.  El país tiene mucho que ganar desde el punto de vista económico, comercial y político  de un resultado exitoso de esas negociaciones.  Pero también tiene mucho que perder si no logra negociar con inteligencia ya que  mientras EEUU es un importador tradicional la UE es una potencia exportadora de bienes y servicios de alto consumo en RD.  En consecuencia, la negociación de un EPA plantea un serio reto que requerirá la activa y permanente coordinación de las autoridades gubernamentales con los sectores productivos del país, así como la concertación de los intereses ofensivos y defensivos nacionales como parte de la  agenda de negociación conjunta a nivel del CARIFORO vis a vis la Union Europea.

Dólar sube un poco, pero el petróleo cae

Las tasas de cambio del dólar estadounidense ubieron ocho centavos en las compras registradas desde el viernes de la semana anterior al comprarse a RD$32.93 ese día y cerrar en cotizaciones para este jueves a RD$33.01 las compras en promedio. Por el lado de las ventas, el viernes de la semana previa las cotizaciones promediaron los RD$32.56 en venta para cerrar en RD$32.81, con un margen más amplio en este tramo, según datos del Banco Central. A su vez, datos del mercado de petróleo indican que el barril del Dulce Ligero (West Texas) se vendió a US$63.68 por barril el viernes ya indicado, para cerrar en fuerte baja a US$60.48 por barril. No obstante, las gasolinas sufrieron notorias alzas de varios centavos, según cifras. 

El autor es economista.

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