El Producto Interno Bruto (PIB) del país registrará una caída 1.5 por ciento con relación al nivel en que se esperaba que creciera cuando el gobierno firmó el primer acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en agosto del año pasado.

En la primera carta de intención presentada al FMI se proyectó un crecimiento del PIB de 0.5 por ciento para el presente año.

En cambio, en la carta de intención presentada por el gobierno para restablecer el acuerdo stand by, tras su ejecución haber sido detenido como resultado de la decisión del gobierno de comprar las acciones de Unión Fenosa en Edenorte y Edesur -sin consultar previamente esa operación con el FMI-, se ha establecido como meta un crecimiento del PIB negativo en 1.0 por ciento.

En términos netos, la caída del PIB en el segundo escenario, relación al primero, es de 1.5 por ciento.

Para el año 2003, en la primera carta de intención se proyectaba una caída de 3.0 por ciento, pero la caída fue ligeramente superior, de 3.1 por ciento.

Un crecimiento negativo del PIB durante dos años consecutivos al nivel en que se ha contemplado en el acuerdo con el FMI, constituye un duro golpe para la economía y provoca un gran revés social, por la pérdidas que esta situación genera.

Si a eso se agrega que en el marco del acuerdo con el FMI, que la tasa de inflación el año pasado fue de 43.7 por ciento y se prevé para el presente año vuelva a registrarse una elevada tasa de inflación, de 14 por ciento, hay que concluir en que la economía dominicana atraviesa por una de sus peores crisis, la cual está provocando un fuerte deterioro del nivel de vida de la población.

El impacto económico y social de la crisis hubiera sido menor si no se hubiese producido una ruptura en la ejecución del acuerdo stand by con el FMI.