Caja de resonancia del poder

Caja de resonancia del poder

HAMLET HERMANN
Ojalá pudieran los periodistas profesionales dominicanos echarle una ojeada al discurso pronunciado por Bill Moyers durante la celebración del vigésimo aniversario del Archivo de Seguridad Nacional (NSA) de la universidad George Washington en la capital de Estados Unidos. Moyers debe ser recordado por la gente de prensa de edad madura por haber sido secretario de prensa del presidente Lyndon B. Johnson entre otras funciones políticas que tuvo. El NSA no debe ser todavía muy conocido en el ambiente dominicano pero vale la pena saber que es una organización no gubernamental que busca, obtiene y publica documentos anteriormente secretos del gobierno de Estados Unidos. La desclasificación la logran esos académicos en función del Acta de Libertad de Información (FOIA) en un proceso siempre intrincado y difícil, aunque gratificante para el fortalecimiento de las libertades públicas y los derechos humanos.

Pues bien, Moyers admitió el pasado diciembre de 2005 que, luego de servir por varios años en la Casa Blanca, su aprendizaje político había tomado nuevos rumbos. Dijo en su discurso que «Vietnam no me convirtió en una paloma, sino que me hizo leer la Constitución (de Estados Unidos). Aprendió que el país no le pertenece a los gobiernos sino al pueblo aunque la práctica muestre lo contrario. Vivió en carne propia cómo los Presidentes de Estados Unidos se esmeran en esconder sus peores manejos de manera que el pueblo ni siquiera se entere de su existencia. El experimentado periodista comentó en forma jocosa lo cómico que le resultaba el hecho de que mientras uno más se aleja del poder político es cuando más se acerca a la verdad.

No obstante, Bill Moyers enfatizó que el país sufre no sólo cuando los gobernantes actúan en secreto, sino cuando la prensa les hace el juego convirtiéndose en cómplices del engaño. Puso como ejemplo en su discurso la famosa mentira sobre un segundo ataque contra torpederas norteamericanas en el Golfo de Tonkin de Vietnam en 1964. Una perversa manipulación de las fuentes norteamericanas de inteligencia dio al presidente Johnson la excusa necesaria y suficiente para bombardear inmisericordemente a Hanoi y Haiphong, así como sobre todo el territorio de Indochina tiempo después. La culpa de tanto abuso, dijo Moyers, no fue sólo del presidente Johnson quien utilizó una información de inteligencia acomodada a sus necesidades políticas del momento. Gran parte de la responsabilidad por las enormes destrucciones y pérdidas de vidas en Vietnam correspondieron también a los periodistas y editores que aceptaron gustosos la versión oficial mentirosa como única verdad. Agravaba esta forma de complicidad entre prensa y gobierno el que había mucha información disponible que contradecía la versión oficial, pero no fue usada.

A pesar de haber transcurrido 42 años de aquella gran mentira que dio origen a la resolución congresional conocida como del Golfo de Tonkin, la administración Bush se opone a que sean conocidos los detalles del informe de inteligencia que le dio origen. Alega Moyers que el presidente Bush teme a la incómoda comparación que surgiría con la información de inteligencia que usó para justificar la más reciente invasión contra Irak. Asimismo, el presidente norteamericano se opone a que se den a conocer dos informes de inteligencia enviados al presidente Johnson en 1965 y 1968 que en su momento justificaron agresiones preventivas sin motivo alguno que las justificara. No en balde Bill Moyers considera a la actual administración norteamericana como la más obsesionada con el secreto en toda la historia de Estados Unidos.

El avezado periodista señaló: «Es una vieja historia: mientras mayor es el secreto, más profunda es la corrupción.» De ahí que acuse al presidente Bush y al vicepresidente Cheney de tener como objetivo principal la eliminación del Acta de Libertad de Información. Opinó que los gobernantes norteamericanos han hecho más esfuerzos para coartar la libertad de información que por capturar a Osama bin Laden. «Nada de esto podría hacerse si la prensa no estuviera a la cabeza de este juego político. «Nunca ha sido más necesaria una prensa independiente como ahora.», aseveró Moyers.

La lección de este discurso del afamado periodista Bill Moyers durante el vigésimo aniversario del Archivo de Seguridad Nacional de la universidad George Washington enseña que el periodismo debe ser un reflejo de la verdad y los hechos, no una caja de resonancia de los que ostentan el poder político en cualquier parte del mundo. Este es un mensaje que debía ser conocido y aceptado por muchos periodistas dominicanos que violentan a diario los fundamentos de la ética a cambio de dineros que rápidamente se gastan, contrario al descrédito que prevalece para toda la vida.

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