POR LEONORA RAMÍREZ S.
En la misma acera de un barrio populoso de Santo Domingo pueden vivir decenas de menores y adultos que jurídicamente no existen por carecer de actas de nacimiento, algo común en un país donde se estima que el 20% de la población atraviesa por ese problema.

Para conjurar mínimamente esa situación, la décimo segunda Oficialía de Estado Civil, ubicada en Los Mina, puso en marcha un programa piloto desde cuyo inicio (en marzo del 2004) se han procesado más de dos mil expedientes de declaraciones tardías, y un 3% de los cuales corresponden a hijos de haitianos.

Luis Felipe Rodríguez, oficial civil de la citada circunscripción, es el mentor de la iniciativa denominada «En la misma acera», que forma parte del Programa para la Erradicación de la Despersonalización y la Falta de Identidad.

El mismo tiene como finalidad el rastreo de casos a través de los munícipes, de la parroquia San Vicente de Paúl, y de la Unión Pastoral de Vietnam de Los Mina. Cuenta además con el auspicio de la Fundación de Ayuda al Retardo Mental, de la Asociación de Mujeres Españolas en República Dominicana, y de la Comisión Nacional de Abogados.

El plan contempla la ejecución de una especie de censo, mediante el cual se identificarán las viviendas donde existen personas que no han sido declaradas, y la meta del mismo, de acuerdo a Rodríguez, es que al cabo de un año en la zona de incidencia de la oficilia no haya un sólo individuo sin declarar.

ENTES MULTIPLICADORES

La zapata de «En la misma acera» es la gente que, voluntariamente, se convierte en ente multiplicador de un programa que reduce los altos costos y las gestiones burocráticas.

Alrededor de RD$20,000 cobra un abogado por un procedimiento de declaración tardía, y esa cantidad es casi una millonada para Virgen López, una mujer que vive con sus cinco hijos en El Tamarindo, un barrio de damnificados ubicado en el municipio Santo Domingo Este.

«Con la ayuda nuestra, y de las demás entidades involucradas en el programa, el proceso es practicamente gratuito», refirió Rodríguez.

Respecto a los plazos y a las instancias que hay que recurrir para validar la declaración de nacimiento, destacó que en su circunscripción se erradicaron los métodos corruptos, como el «macuteo», para agilizar la conclusión de cada expediente.

«Uno de los mayores inconvenientes que enfrentan las personas es el nudo burocrático, como consecuencia de la falta de una política gerencial, del contubernio del personal de las oficialías con buscones».

El asegura que esa modalidad fue erradicada de la oficialía que dirige, «porque nuestro propósito es contribuir con una población de escasos recursos que, por no contar con una documentación, carece de derechos porque no existe».

REQUISITOS Y COLABORACION

La documentación que se necesita para declarar tardíamente, a menores de 16 años, es simple: constancia de nacimiento de la clínica u hospital, y del alcaide pedáneo de la comunidad, copia de la cédula de identidad de los padres, acta de matrimonio si son casados, certificación escolar, certificación de bautismo -o de no bautismo- de la iglesia católica.

Para los mayores de 16 años los mismos requisitos, pero tienen que añadir dos fotos.

El programa «En la misma acera» cuenta con el apoyo de la Junta Central Electoral (JCE), entidad a quien Rodríguez solicitó el establecimiento de un departamento especial para conocer los casos que emanen de su oficialía.

«También le solicitamos al Fiscal del municipio Santo Domingo Este que nos proporcione un ayudante fiscal, para que solamente opine sobre los casos del programa piloto, ya que por ser una declaración de nacimiento un asunto de orden público, el ministerio público tiene que opinar sobre el expediente que le suministramos».

El programa necesita de esa especie de tribunales especiales para que no se demore el conocimiento de los casos, «porque la aspiración nuestra es que el procedimiento de declaración tardía no tarde más de 20 días, porque actualmente dura entre tres y seis meses».

UN VIEJO PROBLEMA

El caso de las declaraciones tardías forma parte de un problema no solucionado por la sociedad dominicana. La Ley vigente establece dos plazos para las declaraciones: 60 días en las zonas urbanas y 90 en las rurales.

En el país no existen datos precisos sobre la cantidad de personas sin actas de nacimiento, pero en 1996 la JCE tenía por resolver 79 mil casos de declaraciones tardías.

SOBRE LOS DESCENDIENTES DE HAITIANOS

En el caso de los descendientes de haitianos, que requieren de actas de nacimiento, aclaró que la Ley 659 establece una serie de requisitos a ser cumplidos, como que los solicitantes residan legalmente en el país, y la mayoría de los haitianos no llenan ese requisito.

En consecuencia se requiere de una autorización especial de la JCE o de un tribunal que ordene al oficial a proceder a la declaración, de lo contrario, nosotros lo remitiríamos al consulado haitiano, que es donde procedería la declaración.