MEXICO (AP).- Miles de sindicalistas, campesinos y activistas marcharon ayer por calles del centro de la capital en protesta por el incremento de precios de productos básicos como la tortilla, en la primera movilización que enfrenta el presidente Felipe Calderón.
Desde al menos tres puntos distintos de la capital, los manifestantes comenzaron a movilizarse rumbo a la plaza del Zócalo en el centro de la ciudad para demandar un incremento salarial de emergencia y que el gobierno de Calderón, del Partido Acción Nacional (PAN), asuma políticas de control de precios.
«—Sin maíz no hay país!’’, «Por una programa emergente de maíz’’, se leía en varias de las pancartas que los manifestantes alzaban durante su trayecto por Reforma, una de las principales avenidas de la ciudad. Algunos portaban imágenes con la fotografía del izquierdista Andrés Manuel López Obrador, autoproclamado «presidente legítimo’’ tras haber sido derrotado en los comicios del 2006.
«—Viva la tortilla, muera el PAN!’’, se leía en otras en referencia a las siglas del Partido Acción Nacional, en el que milita Calderón, quien asumió el poder el 1 de diciembre con la promesa de promover la inversión para generar empleos y combatir la pobreza que afecta a casi la mitad de los cerca de 104 millones de mexicanos.
Los primeros días de enero, el precio de la tortilla de maíz aumentó de 50 a 90 centavos de dólar por kilo.
Al aumento de la tortilla le siguió el del huevo y productores agropecuarios han dicho que en caso de que no se contenga el precio del maíz, se incrementarán los precios de otros productos como la carne.
«Se nos dijo que iba a mejorar nuestra situación y yo no lo veo… ahora hay que comprar menos y comer menos’’, comentó Cristina Tenango, una ama de casa de 66 años del estado de Morelos, al sur de la capital, que aseguró que antes del incremento de la tortilla compraba alrededor de 1,5 kilos diarios y ahora sólo un kilogramo.
Las autoridades atribuyeron el incremento de la tortilla al aumento en la demanda del grano en el mercado internacional, sobre todo para la obtención de etanol; pero la oposición y grupos sociales han señalado que la verdadera razón es que empresas productoras de harina de maíz lo acapararon y provocaron una especulación con el precio.
Tras varios días de quejas de sectores, el gobierno, productores y distribuidores firmaron el 18 de enero un acuerdo para bajar el precio de la tortilla, que desde entonces se ha mantenido en un promedio de 8,50 pesos (unos 78 centavos de dólar), que incluye la autorización de importar libre de arancel un cupo de 750.000 toneladas.
Horas antes de la marcha, el gobernador del Banco de México Guillermo Ortiz rechazó la posibilidad de autorizar un aumento salarial de emergencia.
«Si hay aumentos de emergencia, lo que va a ocurrir es que van a subir otros productos, entonces esta carrera de precios y salarios se va a desatar’’, señaló Ortiz a la prensa.
Las organizaciones sindicales y campesinas se han quejado del reducido incremento al salario mínimo para 2007, que fue de 3,9% para quedar en 48,88 pesos diarios (unos 4,43 dólares).