Los ex secretarios técnicos de la Presidencia Guillermo Caram y Rafael Calderón, al participar en un panel ayer, cuestionaron que el gobierno pueda cumplir los acuerdos que se deriven de la Cumbre por la Unidad Nacional Frente a la Crisis Económica Global.

Mientras el secretario de Economía, Planificación y Desarrollo, Temístocles Montás, en el mismo escenario, dijo que a la hora de asumir compromisos (sobre los acuerdos de la Cumbre) el gobierno debe tener en cuenta la capacidad del Estado para cumplirlos.

En ese sentido, Montás dijo que cuando se analiza la composición del gasto público se encuentra que el gasto del gobierno este año va a ser inferior en 2% del Producto Interno Bruto (PIB), con relación al 2008.

Sostuvo que en tanto, hoy por hoy, a nivel mundial, en todas partes lo que se está hablando es de expansión fiscal, no de restricción fiscal, a los fines de promover la demanda, para que no se caigan las economías, dijo, en el panel, realizado en el programa El Día, por Telesistema, bajo la conducción del periodista Luis Eduardo Lora (Huchi).

Dijo estar de acuerdo con que se le dé un 4% del PIB a educación, un 4% y 7% a infraestructura, pero la presión tributaria del país es 14% del PIB. Por ello, consideró que con relación a asumir compromisos, el gobierno tiene que tener en cuenta la realidad del país.

Montás sostuvo que en la Cumbre se está teniendo el cuidado de asumir compromisos que se puedan cumplir.

A su vez, Caram dijo: El gobierno tiene que ser muy delicado y cuidadoso al ponderar lo de la cumbre. Manifestó, que es importante evitar que en el futuro haya una frustración con relación a la Cumbre, porque no se cumplan los compromisos que con respecto a ella asuma el gobierno. Pues la Cumbre constituye un recurso de concertación de gran importancia.

Rafael Calderón

Yo, honestamente le voy a decir que no veo muchas posibilidades de que el gobierno pueda cumplir con la mayoría de los acuerdos que se establezcan ahí, dijo Calderón, en alusión a la Cumbre. Recomendó definir el presupuesto en base a prioridades.

Hay que pensar seriamente en una reingeniería de las políticas públicas, de manera que se vaya al fondo del problema que impide destinar mayor cantidad de recursos a sectores prioritarios como educación y salud por ejemplo.

Sostuvo que el problema al respecto radica en la visión, esquema y estilo que se aplican en la definición del presupuesto del gobierno en cuanto a la determinación de prioridades. Si es que se definen, porque la mayor parte de las veces ni se definen esas prioridades. Cree que si no se definen las prioridades del país, en el ámbito del presupuesto, nunca se podrá cumplir con ellas.