Cuando se juega baloncesto, con siete pies de estatura, con hambre de progresar técnicamente y alcanzar metas, los días pasan volando.

Ese es el caso del jovencito Luis Rafael Céspedes, quien con apenas 19 años y siete pies de estatura comienza a pensar en grande: “Quiero ser el centro de la selección nacional de baloncesto cuando me llegue el momento”.

El nativo de Villa Duarte es uno de los pupilos de Andrés Liberato, del Club Calero, quien está jugando en la entidades desde los 15 años.

Al girar una visita a la redacción deportiva de HOY, Luis Rafael Céspedes declaró que se siente bien con el progreso que ha logrado hasta el momento en el Calero.

“He recibido sabios consejos del presidente del club, Andrés Liberato, de los entrenadores, y estoy enfocado en jugar y estudiar”, dijo. Vino acompañado de Alfonso Hurtado, secretario de Deportes de Calero.

Manifestó que entrena fuerte cada día en la categoría juvenil y recordó que hace pocos días, en un partido contra el equipo de Los Mina, repartió más de 15 bloqueos.

Jugó béisbol. En un movimiento que parece extraño, Luis Rafael Céspedes a la edad de los 14 años jugaba béisbol en una liga en el estadio de la Marina de Guerra, en Los Mameyes.

 “Yo era lanzador, pero no sentía pasión por ese juego, lo que me llamaba era el básquet, y aquí estoy”, añadió.

Indicó que se siente bien en el básquet, está cosechando buenos amigos y tiene su mente fija en ser selección nacional de baloncesto y ocupar la posición de centro.

Debutará en el Superior de la provincia. Explicó que está deseoso de debutar con el Club Calero en el venidero Torneo Superior de Baloncesto de la provincia, que se celebrará pronto.

 “Quiero comenzar a pulirme, a jugar con atletas ya veteranos”, precisó Céspedes.

Trabaja fuerte. Subrayó que en estos momentos trabaja fuerte en los entrenamientos en el dribleo de la bola, los movimientos debajo del tablero, tanto a la izquierda como a la derecha.

 “Son cosas que tengo que hacer ahora para cuando me toque ponerlo en práctica con rivales de calidad”, enfatizó el atleta juvenil de Calero, quien impresiona a todos.

El primer jugador de siete pies en el básquet fue Tito Horford, con 7’2, cuando llegó desde La Romana al básquet de la Capital en l980. Que se recuerde, después de ahí, el básquet no había producido un jugador de siete pies, hasta que llegó Luis Rafael Céspedes.

Su ídolo, Al Horford. Afirmó que tiene profunda admiración por el rebotero dominicano Al Horford, de Atlanta, de quien lamentó se haya lesionado en uno de sus hombros.

 “Ese joven es digno de imitar, dentro y fuera de la cancha, es un tipo correcto, por eso me simpatiza”, añadió.

Dijo que uno de sus sueños es conocerlo y hacerse su amigo.

“Defiende con orgullo la Bandera dominicana en los eventos internacionales y eso me hace sentir orgullo de compartir la nacionalidad con él”, comentó.

Estudiará Derecho. Céspedes afirmó que inicia el lunes la carrera de Derecho en la Universidad Utesa y le agradece a Andrés Liberato que se ha preocupado por sus estudios.

 “Depositamos la carta en Fedombal y queremos que el viceministro de Deportes, encargado del Parni, Junior Arias Noboa, nos reciba para que nos haga las diligencias para una beca”, añadió.

Narró que hizo sus estudios en el Politécnico María de la Altagracia, en Villa Duarte.

Alfonso Hurtado. El directivo de Calero declaró que el Club  mantiene excelentes relaciones con sus familiares y siempre están pendiente de él.

 “Va temprano a la cama y no anda en la calle”, dijo Hurtado.

Expresó que Céspedes es uno de los grandes proyectos de categorías menores que tiene Calero para exhibirlo en el futuro.