La falta de sistemas de alcantarillado y un adecuado tratamiento de las aguas negras o residuales han afectado considerablemente las aguas subterráneas de la mayoría de las ciudades de nuestro país. Los pozos o fosas sépticas son el método generalizado de tratamiento en casi todas las edificaciones por su sencillez y bajo costo. Estos sépticos son conectados a pozos filtrantes donde las aguas son vertidas al subsuelo con un tratamiento precario que resulta tan simple que los contaminantes pueden pasar directamente al suelo y a otros efluentes. Esta situación unida a la falta de mantenimiento de las fosas sépticas hace vulnerables nuestras reservas subterráneas de agua dulce.
Esta realidad es desconocida para muchos. A veces no somos conscientes de lo que acontece con el agua que utilizamos, por ejemplo, al tomar un baño pocos piensan sobre el recorrido y destino final del agua. De esta forma son vertidas sustancias que nunca deberían ser desechadas en los drenajes como aceite usado, pinturas, metales peligrosos, material biológico entre otros. No solo en procesos industriales también en nuestros propios hogares se tiran al drenaje todo tipo de desecho.
De manera individual usted puede reducir el impacto en las aguas subterráneas, evitando utilizar el drenaje como vertedero. Asegúrese de que en su hogar sepan identificar las sustancias peligrosas, sepárelas y disponga de ellas de manera segura. Por ejemplo, las pilas tipo botón, el mercurio de los termómetros, el aceite usado de motores, medicamentos, insecticidas, así como plásticos, telas yfibras sintéticas nunca deben ser echados en los fregaderos, inodoros y drenajes. Procure que el mantenimiento de las fosas sépticas sea el adecuado y programe siempre una limpieza periódica.
Nuestro país cuenta con una Norma Ambiental sobre la Calidad de las Aguas Subterráneas y las Descargas al Subsuelo donde el Ministerio de Medioambiente y Recursos Naturales establece los estándares de calidad de las aguas subterráneas según su utilidad principal, los requisitos y las especificaciones técnicas para la construcción de pozos y la explotación de las aguas subterráneas, los requisitos que deben cumplir cualquier tipo de descarga de líquidos al suelo o subsuelo, los estándares de calidad que debe poseer un cuerpo receptor, así como clasificar los acuíferos según su nivel de vulnerabilidad.
Esta norma prohíbe la descarga al subsuelo por cualquier medio de aguas residuales domésticas cuando haya acceso a un sistema público de alcantarillado sanitario y prohíbe la descarga al subsuelo de desechos sólidos o viscosos, sin la correspondiente instalación de tratamiento y/o disposición, debidamente autorizada, en cumplimiento con la normativa vigente para cada caso.
Estos materiales incluyen los siguientes: grasas, tejidos de animales, estiércol, huesos, pelos, pieles, sangre, plumas, arenas, azúcares y sus derivados, trozos de metal, vidrio, paja, granos, cenizas, desechos de papel, maderas, plásticos, residuos asfálticos, residuos de procesado del combustible o aceites lubricantes y, en general, sólidos de tamaño superior a 1.5 cm.