Hoy 
El Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Mescyt) ha estado cumpliendo su deber de evaluar las condiciones en que se imparte docencia en las academias de estudios superiores. Atendiendo a los resultados de ese proceso, que lleva ya bastante tiempo, el ministerio ha ido tomando medidas encaminadas a hacer corregir fallas o deficiencias académicas, estructurales y de otras índoles detectadas en centros de esta categoría.
El cierre de la Universidad Eugenio María de Hostos (Uniremhos), que ha sido parte de este proceso, ha dejado en un limbo académico a 2,871 estudiantes, algunos de término, que tendrán que buscar ser acogidos por otras academias superiores. Aunque la Asociación Dominicana de Rectores de Universidades ha informado que las academias están en disposición de acogerlos siempre que su documentación académica esté debidamente certificada, el Mescyt debe velar porque así ocurra y porque sean convalidadas las materias cursadas en el centro clausurado.
La garantía de la calidad de la enseñanza superior requiere de estos procedimientos de evaluación. Es lo que permite acreditar a los profesionales egresados y a las academias locales. El Mescyt debe ser respaldado en este ejercicio, que debe llevarse a efecto sin perjuicios ni traumas para los estudiantes.
AMET y el uso de las armas letales
El incidente en que agentes de la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET) mataron a tiros al empleado privado Juanito Jiménez Montero debe ser debidamente dilucidado por el Ministerio Público para poner en manos de la Justicia a los autores de los disparos. De antemano, hay que censurar el hecho de que agentes de tránsito disparen sus armas de fuego al aire o contra multitudes. Como ha ocurrido en el caso que nos ocupa, los disparos alcanzaron a alguien que nada tenía que ver con el incidente.
Una lección a asimilar es que dejar crecer los problemas es la peor fórmula para estar bien con todo el mundo. El desparpajo conque actúan muchos motociclistas, que andan sin cascos, remueven los silenciadores de sus máquinas, transitan sin placas ni documentos y a contravía, se debe a que las autoridades no enfrentaron a tiempo la situación. Ahora es un problema mayúsculo, difícil de manejar.
