La homosexualidad es un pecado abominable que es condenado, advirtió ayer el obispo auxiliar de Santo Domingo, Monseñor Pablo Cedano, tras referirse a los escándalos en que se han visto envueltos sacerdotes y laicos católicos.
Al oficiar una misa por el Día de la virgen de Las Mercedes, citó los libros bíblicos de Levíticos y Mateo, en los que se cita que la homosexualidad es abominable y que el hombre, cuando se acuesta con otro hombre, no es de Dios, por lo que en el tiempo de Moisés la condena era la muerte.
Al señalar que la homosexualidad está prohibida para todos, dijo que no importa la tendencia, peca el sacerdote, el laico, y todos los seres humanos; la ley es para todos, por lo que no hay excepción. El pecado es igual para todo el que lo cometa, los mandamientos no privilegian a nadie y si a alguien privilegia es porque se arrepiente y pide perdón, expresó.