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WASHINGTON (EFE).- Venezuela reiteró ayer a EEUU su petición para que extradite a Luis Posada Carriles, acusado por Caracas de volar en 1976 un avión cubano con 73 personas, y calificó al anticastrista como «el Osama bin Laden de América Latina».
El embajador venezolano en Washington, Bernardo Alvarez, dijo, en conferencia de prensa que Posada Carriles «reclutado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de EEUU en 1962, tiene un historial de terror que incluye asesinato, intento de asesinato, tortura y sabotajes a lo largo de cuatro décadas».
Posada, un militante anticastrista de 77 años, entró ilegalmente a Estados Unidos desde México en marzo pasado.
Aunque los gobiernos de Cuba y Venezuela han reclamado su captura y extradición para enjuiciarlo, las autoridades de EEUU le permitieron que permaneciera clandestinamente en las cercanías de Miami durante semanas.
El 17 de mayo, tres días después de que Venezuela presentara su solicitud de extradición, Posada fue detenido en Miami por violación de las leyes de inmigración de EEUU.
El juez de inmigración William Lee Abbott decidió el lunes aplazar la deportación a Cuba o Venezuela, citando la Convención Internacional de Protección contra la Tortura.
Ahora el gobierno de EEUU, si no recurre el dictamen antes de 30 días, tiene 90 días para encontrar un tercer país que acoja a Posada.
«No hay la menor prueba de que Posada pudiera ser torturado en Venezuela», afirmó el embajador Alvarez.
«Por el contrario, Venezuela está dispuesta a ofrecerle una casa hecha de oro y a servirle caviar cada día si es extraditado para ser juzgado en Venezuela», afirmó el diplomático.
«Y de hecho, si examinamos nuestros respectivos historiales sobre tortura, es más probable que un preso sea torturado bajo custodia del gobierno de Estados Unidos que bajo custodia de las autoridades venezolanas», añadió.
De todos modos, el gobierno de EEUU no ha puesto en marcha todavía el trámite para atender la petición de extradición presentada por Venezuela.
El abogado José Pertierra, que representa al gobierno de Venezuela en este caso, explicó a EFE que la decisión del magistrado de inmigración «no impide que se siga adelante con el trámite del pedido de extradición».
«El Departamento de Justicia debe colocar a Posada Carriles bajo una ‘detención por pedido de extradición’ para impedir que, dentro de los próximos 90 días, se le envíe, por ejemplo, a un tercer país», dijo Pertierra.
«En lugar de respetar los tratados de extradición que ha firmado a lo largo de los años, Estados Unidos ha elegido tratar el caso de Posada Carriles como un mero asunto de inmigración y lo acusó solamente de ingreso ilegal al país», dijo el embajador Alvarez.
Con el aplazamiento de la deportación, el anticastrista se quedará en EEUU temporalmente bajo la custodia del Departamento de Seguridad Nacional hasta que «cambien las condiciones» en Caracas.
«Existe el peligro de que, después de los 90 días hagan lo que hizo el padre de este presidente Bush, el entonces presidente George W. Bush, que permitió que se quedara en EEUU libremente el otro terrorista cubano Orlando Bosch», dijo Pertierra.
Alvarez sostuvo que el gobierno de Bush «aplica normas desiguales en lo que llama su guerra contra el terrorismo».
«Por una parte, EEUU se presenta al mundo como líder en la guerra global contra el terrorismo, invade países a los que acusa de terrorismo y restringe los derechos de los estadounidenses para combatir el terrorismo», dijo el embajador.
«Y por otro lado, cuando se trata de sus propios terroristas a los que ha reclutado y amparado durante años Estados Unidos se niega a permitir que sea juzgado por alguno de los crímenes que ha cometido», según Alvarez.
