Califiquemos los clasificados (II)

Califiquemos los clasificados (II)

En la primera parte del tema “Califiquemos los clasificados”, expusimos la aventura de abreviar usos del vocabulario que se emplea en estos anuncios, muchos de inmuebles, vehículos, comerciales, negocios, de empleos etcétera. Analizamos las decisiones de sustituir/dormitorios/ por habitaciones/, y lo que en realidad dicen los diccionarios de estos dos vocablos. (Algunos “marcos” tienen que ver con oraciones o cuestiones religiosas).

Habitación, por ejemplo, la reducen a “empequeñecimientos” tales:

hab – habs;

ha – has; 0

h – hs – 2h.

La oferta de un inmueble situado en Los Cacicazgos, de esta ciudad: 381 M12, 293 M12 Const. 3hb. 3.5 bañ 4Pq. Family … Lil Vásquez R/M…

El Alma Rosa II: […] 120 mt, C/S, int, part elect, t/caoba…

Estos anuncios gozan de gran lectoría, pero ¿qué por ciento logrará entenderlos?

Abundan las faltas de acentuación o tildes en palabras que las llevan. Ni hablar de estas virgulillas en términos escritos en mayúsculas íntegramente. Es un mal en la ortografía. La mayor parte de “escribidores” alegan que la Real Academia Española preceptúa que “a las mayúsculas no se les marca el acento”. Y mucha gente lo sostiene. Sin embargo, no ha sido así. La Real Academia no había dicho eso. Veía tan clara evidencia del empleo que sólo ha sido recientemente, en la última década, cuando aclaró la regularidad de la acentuación ortográfica en las palabras que lo reclaman, según las reglas. Parece ser que personas que no tenían al alcance de su conocimiento la situación de empleo, lo resolvían o creían resolverlo con la regla a su disposición: su propia regla. O tal vez, para otros, por su inclinación al “mayusculísmo”, que es una tendencia muy dominicana. Un inmueble “ubicado en la Aut.  Dte.” Puede ser que se entienda algo, no lo discutimos; sobre todo que la oferta dice: “Km14. Aut. Dte. Regalo antes perderlo con bco”.

“Km14.” No debe llevar punto, si es que va la /K/ con la /m/ minúscula, porque Kilómetro  (suponemos) está ligado con 14, y catorce no es abreviatura de nadie.

 Huelga la coma, si es una coma lo que allí se colocó. Decimos esto en razón de ni con una lupa distinguimos si aquello era punto o era coma. Como el propulsor de la venta habla de inmueble, presumimos que /bco/. es abreviatura  de /banco/.

En el mismo “encarte”, y hablando de abreviaturas, en otro sector de clasificados o Plaza Libre del “Diario (también) Libre”, una nota comienza: /Apato./ en la Av. …  Pienso, equivocadamente, que a la expresión le faltó una /r/: Apa(r)to. Es decir, la posibilidad de brindar a cualquier interesado el derecho de apa/r/tar (– –) unidad inmobiliaria. También en venta condicional de patos. Otra fallida para mí, porque de inmediato advertí que se trataba de inmueble. En la misma página (2) me tropiezo con /“Apto/ estudio”…

Esta simplificación está reducida de conformidad con el régimen de eliminación de letras para la economía deseable (Diario Libre 5 de setiembre del 2013, pp. 2 y 4). Esto nos confirma que la dirección o gerencia de una publicación no enfrenta ni establece lenguaje pertinente para la clasificación de anuncios  –salvo excepciones–, sino que cada quien pague lo suyo y “manos a la obra”.

El diario Hoy incluye, entre clasificados, la parte dispositiva de una sentencia de divorcio pronunciada el 3 de setiembre del 2012 por la Primera Sala de la Cámara Civil y Comercial del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Judicial de Puerto Plata. Y esta parte, que se publica en orden a la ley sobre la materia, dice al final:

[…]   En la ciudad de […] a los 11 días…”

Así mismo termina, sin más nada, sin dejarnos saber si aquel tres de setiembre le corresponde a la fecha cuando se dictó el fallo y “once días del mes…”, con puntos suspensivos, es fecha importante por algún reenvío de la audiencia u otra razón. Es la primera vez que tropiezo con signos suspensivos en un edicto de divorcio requerido por la ley en casos judiciales. Amén.   

 

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