Calle Polvorín resiste los embates de la modernidad

Calle Polvorín resiste los embates de la modernidad

Juan Bosch, familiares y amigos. (Fuente: Fototeca AGN)

Tal vez por ser tan pequeña y porque la modernidad no ha logrado desaparecer su fisonomía original ni entorpecer su paz, la calle Polvorín y sus moradores que ya partieron de este mundo, así como los pocos negocios que funcionaron en ella, siguen vivos en el recuerdo de generaciones ahora adultas.

Pero ¿cómo es que tantas personas los evocan, si no era una gran vía, ni ruta del transporte público por lo que no era obligación el transitarla? Tampoco se establecieron en ella grandes plazas, ni expendios de primera necesidad. Los únicos comercios del siglo pasado fueron la funeraria Blandino, la imprenta Roldán y los estudios de grabación Mozart. Lo demás eran modestas casas de familia.

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Atala Blandino

Algunos tenían el convencimiento de que los Bosch “importantizaron esa calle” cuando uno de sus miembros llegó del exilio. Sin embargo, aunque el cabeza de familia tenía allí sus ventas de aves y huevos, no es lo que principalmente se conoció en épocas pasadas. Por otras viejas crónicas se aprecia que fue notable mucho antes de que Juan Bosch fuera presidente.

En 1933 el “callejón” exigía luz y limpieza a la Sanidad y a la Sindicatura. En 1926 era noticia del Listín Diario por el interrogatorio a Juana Cantalicio, acusada de robarle cinco pesos a Carlos Morillo, de la Polvorín número seis. Admitió el hurto negándose a devolver la plata porque ella “vivía con él y no iba a estar de sirvienta de balde, de un viejo”.

La policía, ante la que el hombre se querelló, comentó: “… al pensar de la Cantalicio ser viejo le costó a Morillo cinco pesos”.

También en 1933 se registró un conato de incendio en Polvorín con Las Mercedes, que alarmó a la prensa.
Polvorín más reciente. El intérprete y compositor Aníbal de Peña es mencionado por más de un lector.

Unos afirman que vivió en la Polvorín, pero lo que es seguro es que la frecuentaba por ser asiduo del Estudio de Grabación Mozart. Rubén Darío Aponte narra que allí grabó el artista el himno de la Revolución de Abril de 1965, su gran éxito “Mi debilidad” y “otros temas que son clásicos en su voz”.

“El estudio de grabación era de doña Atala Blandino. Las grabaciones se hacían ahí y se imprimían en la fábrica, también de su propiedad, ubicada en la avenida Abraham Lincoln, donde actualmente se encuentra la funeraria Blandino”, añade el locutor y escritor.

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Luchy Vicioso

Atilano Blandino Cabral inició el negocio funerario en Baní, en 1920, y años después se trasladó a la capital. En 1931 inició el alquiler de coches tirados por caballos para el transporte de ataúdes, y de objetos propios de velatorios. Estuvo en calle Las Mercedes 96 esquina Polvorín.

Muchos recuerdan a Luchy Vicioso en sus inicios artísticos, que vivió en la Polvorín número dos junto a sus padres Federico Ernesto Vicioso Almodóvar y Lucía Alsina Tizol, y a sus hermanos Ernesto y Merceditas. “Ernestico cantaba en el Coro Nacional y creo que también Merceditas”, testimonia Susana Vásquez de Suazo quien considera que “la calle Polvorín es un ícono de la ciudad”.

“No teníamos que caminarla, solo pasar por Las Mercedes y ahí estaba el letrero de la Funeraria Blandino, con sus féretros en exhibición”, apunta. La dama ubica a Bernardo Pichardo “en la acera de los Bosch”, que debe ser el mismo “profesor Bernardo Pichardo, mi tío”, que identifica Jacinto Pichardo, directivo del Instituto Duartiano quien recuerda en la Polvorín, además, a los Krawinkel y a la imprenta Roldán.

Confusiones. Se ha publicado que el exvicepresidente de la República Rafael Alburquerque residió en la Polvorín. En realidad, fue en Las Mercedes esquina Sánchez, pero como otros de su generación, visitaba la callecita. Las residencias de las Bosch, el alojamiento de su hermano Juan, la muerte de Bosch Subirats son hechos que dice “recordar muy bien”.

Jacinto Pichardo aclaró que dos hermanas del doctor Heriberto Pieter no vivían en la Polvorín, sino en Las Mercedes.“Recuerdo a Manuela”. Por otro lado, su tío Bernardo Pichardo era hijo de Nicolás H. Pichardo, primo hermano del historiador Bernardo Pichardo, no hijo.

Rubén Darío Aponte enmendó que el locutor Julio César Félix (Bubito) no estaba domiciliado en la histórica vía, sino en Las Mercedes “frente a la Polvorín”.

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