No se le ha dado categoría de héroe, pero el olvidado francés Achilles Michel dirigió junto a otros compatriotas a los que adiestró en el dominio de las armas, la batalla del 30 de Marzo de 1844, en Santiago; construyó los fuertes “Dios, Patria y Libertad” en los que fueron vencidos los haitianos. Posteriormente, en 1857, desconoció el gobierno de Buenaventura Báez y aunque más tarde firmó el acta de Anexión, pasó a enfrentar a los españoles el 16 de agosto de 1863.
Tras el incendio de Santiago ordenado por Gaspar Polanco para obligar a salir a las tropas foráneas, su casa, localizada en la calle de aquella ciudad que le rinde tributo, fue la única que sobrevivió al fuego. De ella salieron todos los actos, manifiestos y otros documentos del Gobierno Provisional Restaurador, que se instaló en la segunda planta.
Achilles no solo fue un intrépido luchador por la libertad de la patria dominicana, que hizo suya. También fue maestro, instructor del ejército, ingeniero, agrimensor, preceptor de instrucción pública y autor del segundo plano de Santiago levantado a raíz del siniestro de 1863.
En 1876 fue candidato a la Presidencia de la República en la que resultó ganador Ulises Francisco Espaillat, su alumno de idiomas y matemáticas.
Estos y otros datos fueron ofrecidos por Emilio Cordero Michel, Eduardo García Michel y José Ramón Peralta Michel. El primero emparentado con el prócer a través de su madre Cristiana Michel Vásquez, biznieta de Achilles; A Eduardo lo une también su madre Rosa Michel, hija de Fenelón Michel, hermano de Cristiana, y José Ramón procede de la unión de Ana Dorisca Michel, hija de Fenelón, con Alfredo Peralta. José Ramón es el autor del libro “La familia Michel, sus raíces genealógicas” en el que además aporta valiosa información del versátil soldado el genealogista Edwin Espinal.
A pesar de los testimonios de estos historiadores aún se sabe poco de Achilles. Existe una foto, conservada por José Gabriel García, el cronista que más destaca sus aportes patrióticos. La imagen se encuentra entre las colecciones del Archivo General de la Nación. Lo que más circula de Michel es un dibujo.
“Aquí no se sabe casi nada de los acontecimientos históricos trascendentes, muchos están distorsionados y no responden a la verdad. Que no se sepa prácticamente nada de Achilles no es nada nuevo”, significó Eduardo García Michel.
Emilio Cordero Michel, expresidente de la Academia Dominicana de la Historia, atribuyó el desconocimiento a que “los historiadores tradicionales procedían de una clase que solo defendía los intereses de esa clase, el resto eran actores secundarios, salvo José Gabriel García”.
García Michel acota: “Este es un país de muy poca instrucción, con un analfabetismo funcional y hubo unas cuantas personas que se ocuparon de la historia pero la escribieron como la concebían, destacaron los personajes” a su conveniencia y “Achilles era un extranjero que a pesar de haberse entregado a esta tierra no había penetrado lo suficiente a los estratos sociales como para que lo reconocieran”.
Agregó que hay familias que se ocupan de mantener viva la memoria de sus ancestros y que esto no ocurrió con Achilles. Sin embargo, la obra de José Ramón lo ha rescatado, aunque “después de varias generaciones”.
Eduardo y Emilio, empero, manifiestan orgullo por este antepasado que a pesar de sus orígenes extranjeros “se convirtió en patriota dominicano”.
“Me satisface que un descendiente de mi estirpe desarrollara ese amor por este pueblo y se interesara por asuntos que tuvieron que ver con la soberanía naciente, con gran desprendimiento. Muy pocos arriesgan su vida si no hay un ideal que le dé sustento”, aseveró el economista.
El patriotismo, la defensa de la libertad, han quedado en la sangre de los Michel. “Los Michel no traicionaron los sentimientos de Achilles por la preservación de la soberanía y de la Patria”, exclama Eduardo, citando los actos de heroísmo de José Ramón Cordero Michel, expedicionario del 14 de junio de 1959; su hermano Emilio, exiliado antitrujillista, sobreviviente de la guerrilla de Manolo Tavárez en 1963, en la que cayeron sus primos Leonte Schott Michel y Alfredo Peralta Michel. José, hermano de este, estuvo preso en La 40 acusado de pertenecer a Los panfleteros; Tunti Cáceres Michel participó en el ajusticiamiento de Trujillo y otro Michel tomó parte en la liquidación de Ulises Heureaux.
Historia personal. Achilles Etienne Michel nació en Pau, capital del departamento de los Pirineos Atlánticos, en 1812, hijo de Thimothée Raffin y Mariane Dagent. “Por razones desconocidas fue adoptado por Francoise Etienne Michel por lo que desde entonces sus nombres y apellidos pasaron a ser los de Achilles Etienne Michel”, escribió José.
Ingresó al ejército francés como agrimensor y oficial del cuerpo de ingenieros y vino a la isla de Santo Domingo con el rango de comandante como instructor del ejército haitiano “en momentos en que todo el territorio insular estaba unificado bajo la bandera de la República de Haití…” anotó Emilio.
Se asentó en Santiago como instructor y oficial del ejército, en 1835, “para entrenar a los oficiales del Regimiento 33 y de las milicias cibaeñas”, agrega.
Allí se amancebó con Meliná Charrier Garete quien tras separarse de Achilles casó con Juan Francisco García por lo que se le conoció como “la madame García”.
Emilio asegura que Achilles nunca se casó, pero tuvo seis hijos, tres con Meliná Charrier: Raffin, María Ninón y Clara Emilia. Con otras señoras procreó a Fenelón y Ulises Michel. De su unión con Juana Gil nació Agustín Newton Michel.
Unos se instalaron en Cabo Haitiano y los demás en Moca. Aunque Achilles desempeñó funciones públicas en Moca y Samaná, como gobernador, permaneció en Santiago donde también fue gobernador. Al retirarse de la política se dedicó a la agrimensura.
Perteneció a la logia Perseverancia número 13, de Moca, y para 1862 alcanzó el grado de general de brigada. Poseía un almacén próximo a la fortaleza San Luis, de Santiago.
Allí falleció Achilles el 9 de enero de 1880. En el acta de defunción fue anotado como Aquiles Eugenio.
La calle. Solo Santiago ha tenido en cuenta los valiosos aportes de Aquiles Michel designando con su nombre una calle de Los Pepines, en la que hasta hace menos de dos años permaneció su casa de mampostería, de dos pisos, la única con techo de zinc. En Moca y Santo Domingo no ha recibido homenajes.