Los hermanos Nelson y Freddy de Peña Then planificaron y llevaron a la práctica la fuga de Homero Hernández de la Penitenciaría Nacional de La Victoria, donde lo encerraron en 1963 por su participación en la guerrilla de Manolo Tavárez Justo. El autor intelectual fue Nelson. Freddy se arriesgó a ejecutarlo. Tomaron parte, además, Bienvenido Leal, Luis Arquímedes Cerón y Nano Solano.

Entonces la Policía disponía dos filas para las visitas. Freddy pasó por una con su propia identidad, dejó su cédula y le dieron un recibo. Luego se cubrió los brazos con la camisa mangas largas que vestía y se colocó unos espejuelos de aumento pertenecientes a Ulises Cerón Polanco y realizó la misma acción pero depositando una cédula con nombre falso que sería recogida por Hernández, recluido en el pasillo llamado “El hospital” donde llevaban a los presos políticos y refieren los De Peña que durante el mes que estuvo allí no se dejó ver nunca del custodio.

Mientras Freddy cumplía su parte, Homero era disfrazado. Le llenaron la parte interna de las mejillas de algodones para desfigurarlo. Freddy llegó, le entregó uno de los tiques y salió con normalidad del recinto olvidando comunicarle a Hernández el nombre que tenía en la falsa identificación que debía recoger. Pero el combatiente no se amedrentó, fue a la recepción, pasó el tique y cuando le preguntaron cómo se llamaba para devolverle su cédula pudo verla rápidamente por encima de su hombro y dijo nombres y apellidos, según relató después.

“Afuera lo estaba esperando un motor BCA alemán que conducía Titico Cerón. Cruzaron por La barquita de Santa Cruz, que llegaba a Los Mina y se internaron en la célula del partido”, revela Nelson.

No habían salido del poblado de La Victoria cuando ya se escuchaban las sirenas policiales persiguiendo al fugitivo tras descubrir la farsa. “Pero Homero llevaba la ventaja de un kilómetro. Al otro día es que la Policía se entera de que el fugado era él y lo pone en la prensa”, declaró Freddy.

Los reportajes sobre Homero motivaron a estos ex militantes del PRD y del 14 de Junio a contar esta experiencia y su vida junto al revolucionario con el que estuvieron desde 1958. “Era de los más aguerridos de toda la izquierda, el que consiguió los dos primeros fusiles de guerra en base a una acción militar”, significa Nelson. “Hizo un asalto en Villa Tapia y dirigió y creó el asalto a San Francisco de Macorís” durante la guerra de abril, agrega Nelson, protagonista de la contienda.

Freddy sobrevivió al asalto al Palacio en el que resultó herido “por una ametralladora 30 de los gringos”. Su comandante era Ilio Capocci.

El disparo le atravesó el cuerpo por encima de los glúteos y casi le alcanza la columna. Lo trasladaron al Padre Billini pensando que le habían quitado la vida pero cuando su madre fue a identificar el cadáver Freddy levantó una mano. Allí estuvo cuatro días y fue operado amarrado, sin anestesia. “Luis Gaspar y Emma Tavárez lo sacaron e internaron en la clínica Adelaida” con una septicemia. “La carne estaba podrida, lo único que salía era pus. De ahí salí otra vez con mi fusil”, manifiesta Freddy atribuyendo su resistencia a que tenía 24 años de edad.

En todos los procesos. Freddy Antonio nació el 22 de julio de 1940 y Nelson Antonio el 5 de septiembre de 1941, hijos de Enrique de Peña y Victoria Then. Su historia de lucha es apasionante. Nelson vivió tres años internado en Nagua como “Pablo Then”, un labriego más, pero era adoctrinando y preparando campesinos para una eventual guerrilla. Era uno más de los que aplicaba la consigna “lo mejor al campo”.

Ambos se iniciaron en la actividad política junto a Homero, que era como un hermano en el barrio San Antón. “Éramos antitrujillistas, formamos también células en Ciudad Nueva como parte del Movimiento Opositor La Mano, que tenía como objetivo provocar al régimen. “Homero Hernández nucleó y dirigió ese grupo” en el que estaban además Silvio Santana, Clodomiro (Clodó), Emmanuel Calderón (Wimpy), los hermanos De Peña y otros.

En 1963 Nelson se integró al frente urbano que respaldaría el alzamiento de Manolo, junto a Benjamín Ramos, Juan B. Mejía, Roberto Duvergé, que recuerde. Cuenta que Tony Barreiro “preparó 30 o 40 Molotov ligadas con ácido para lanzarlas en acciones que condujeran al apoyo, y que Ulises y Titico Cerón y Villo Gómez Suardí repartieron. Yo fui delegado para recogerlas en San Carlos”. Una le explotó frente a La Fabulosa “y ese fue el único apoyo, y fue accidental”, exclama Nelson.

En la revolución de 1965 extendió la guerra a Santiago, asaltó el cuartel de Villa González junto a Sóstenes Peña Jáquez, Arnulfo Reyes, Monchy Valerio, armado de una Thompson, no hubo reacción. Cayó preso en la avenida Hermanas Mirabal en un operativo tras Virgilio Perdomo que pudo escapar desde un ático mientras él distraía a los oficiales dejándose atrapar. Lo llevaron a la fortaleza San Luis y después de 15 días a la base aérea de Santiago donde lo consideraron peligroso y lo mandaron a Santo Domingo con los hermanos Héctor Miguel y Víctor Genao. “Virgilio fue capturado en San Francisco de Macorís. Cuando me soltaron me reintegré a la revolución y en 1967 viajé a China Popular con José Reyes (Guelo), Iván Rodríguez, Rafael Peralta Ureña, Rafael Pérez Modesto, Chaljub Mejía, Napoleón Méndez, Luis Roschid, José Florentino Sánchez y Felucho Florentino”.

Freddy, quien junto a Nelson tomó parte en las actividades de destrujillización, el incendio a Radio Caribe, los sucesos de la calle Espaillat “y en todas las huelgas”, tuvo serias dificultades como integrante del club Los Caobos, que se hacía pasar por social pero su función real era hacer colectas en fiestas y pasar los fondos al 14 de Junio. Era presidido por Juan Tomás Emmanuel Calderón Liz.

Cuando asesinaron a Orlando Mazara encontraron en el bolsillo de sus pantalones un cheque que le entregó Hamlet Hermann firmado por Freddy de Peña, contable de Los Caobos. “Balaguer dijo que Los Caobos era un apéndice del comunismo internacional” y Freddy tuvo que exiliarse en Nueva York. Regresó en 1971, concluyó sus estudios de perito contador y se dedicó a trabajar. Nelson fue funcionario en el Gobierno de Salvador Jorge Blanco.

Cuando se dividió el 14 de Junio, Nelson pasó a ser de los creadores de la Línea Roja con Rafael Florentino (Felucho), Rafael Pérez Modesto, Germinal Muñoz Grillo, José González Espinosa (Guayubín) “de entre los 31 que hicimos la primera asamblea”. Homero (el comandante Tony) tomó otro rumbo, pero ellos mantuvieron la amistad, lamentaron su asesinato y hoy aún le reconocen y admiran. “Era de los mejores dirigentes de izquierda, solidario, el más político de toda esa generación”.