Ángela Peña 
El discurso de José Francisco Peña Gómez llamando al pueblo a lanzarse a las calles por la vuelta a la constitucionalidad encendió el fervor de Otto Morales Efres que junto a Maximiliano Gómez, Plinio Matos Moquete, René Sánchez Córdova, Monchín Pinedo y otros inició la búsqueda de municiones el mismo 24 de abril de 1965. En la noche se acogió a la consigna proclamada por José Ramírez Conde: “¡armas para el pueblo!”, y el 25 estaba entregando “Thompson, G-3, Fal, Cristóbal, pistolas y revólveres” a la población enardecida por el estallido de la guerra.
Sánchez Córdova, Pinedo y Breno Brenes informan que Otto se convirtió en líder en los barrios poniendo pertrechos en manos de la gente y “bajando línea” para asaltar cuarteles y escribir letreros ratificando decisiones del MPD. Estableció el primer comando del partido en San Carlos, y en las llamadas “Cinco esquinas” de ese sector enfrentó a norteamericanos que penetraron en un jeep, les abrió fuego con su G-3, los intrusos respondieron con un cañón 105 y pese a la desventaja, Otto logró despojarlos de un fusil AR-15.
Más tarde, con Jorge Puello Soriano formó el comando de Villa Francisca en la denominada “Casa de las cucarachas” pero ante situaciones que consideró inseguras se trasladó a las zonas de su mejor dominio: la escuela Argentina y el mercado de San Antón. Participó, además, en la toma de la fortaleza Ozama cumpliendo el mandato del coronel Caamaño: “¡Que no quede ni un cuartel militar en la zona constitucionalista!”.
