Calles y avenidas
Evangelina y su calle sin nombre

<STRONG>Calles y avenidas<BR></STRONG>Evangelina y su calle sin nombre

Por Ángela Peña
a.pena@hoy.com.do
Ç
Trujillo, a quien molestaban el nombre y la existencia de Evangelina Rodríguez, desapareció hace más de cuarenta años, entonces ¿por qué la siguen rechazando?

 Santiago Castro Ventura, biógrafo de la primera médico dominicana que fue también escritora, filántropa, maestra, feminista, pionera en trabajos sociales y en programas de atención a la infancia, hace la pregunta ante la indiferencia de las autoridades del Ayuntamiento del Distrito Nacional para reponer el rótulo a la calle que la honra.

 Pero además, dijo que se le quitó su nombre al “Hospital de la Mujer”, colocado a solicitud del Colegio Médico Dominicano. “El doctor William Jana Tactuck ordenó que se le retirara alegando que existe una clínica en el Moscoso Puello llamada “Evangelina Rodríguez”, eso no es impedimento, aquella es una clínica de planificación pequeña y aquí hay más de un centro de salud que rinde homenaje a la misma persona, como al padre Billini, por ejemplo”, razonó el distinguido escritor.

 Comentó que en Santiago se designó “René Klang” el Hospital de la Mujer “y no nos oponemos, sin embargo, quieren que el de Santo Domingo se llame, simplemente, Hospital de la Mujer”.

 A figuras históricas a las que habían retirado o sustituido el nombre que tenían asignado en vías de la ciudad, se les ha vuelto a colocar ¿Por qué aún está sin identificar la calle Evangelina Rodríguez?, cuestionó el estudioso de la vida de la decidida opositora al régimen de Trujillo que enloqueció cuando amenazaron a sus pacientes si la consultaban, la persiguieron, acosaron y encarcelaron.

 Santiago Castro Ventura ha completado la obra reivindicativa de la dama que iniciaron Antonio Zaglul y Emil Kasse Acta, no sólo con el libro que publicó en 2003 sino con recientes investigaciones que revelan más rechazos. “Con motivo de las elecciones nacionales aquí se habló mucho de las propulsoras del voto femenino y la excluyeron, no es culpa de quienes hicieron los trabajos sino de los trujillistas que se empeñaron en ocultar y negar todos sus aportes”, manifestó.

 Añadió que localizó un documento de 1935 “en el que Ramón Emilio Jiménez, secretario de Educación durante el trujillato, le rechazó reiteradamente la continuación de una escuela de educación especial para niños con problemas psicomotores, pese a que Evangelina contaba con el beneplácito del encargado regional.  El ministro siempre alegaba que no había presupuesto”.

 “Pero lo más lamentable es que en este periodo Evangelina no tenga una ca6lle que ya le habían asignado y que el sector y sus moradores identifican como tal. Se ha reconocido a otros héroes y personajes meritorios con los que se estaba cometiendo una injusticia, pero ella se mantiene en total olvido”.

 Significó que en el país generalmente se toma sólo en cuenta a determinadas figuras con amigos y familiares “honorables” y a “personeros con participación non sancta durante la tiranía de Trujillo, sin embargo, me resisto a pensar que sea por influencia trujillista, porque el régimen desapareció, ni por racismo o discriminación contra la mujer pues esos problemas no los tenemos”

 El prolífico y laureado historiador dijo que la secretaria de Estado de la Mujer, Flavia García,  se mostró de acuerdo conque se restituya el nombre al hospital y la exhortó a luchar para que ocurra lo mismo con la calle. Evangelina no casó. Su única descendiente “es una hija en adopción con la que hemos perdido todo contacto”, expresó.

Aportes
Evangelina también fue pionera en programas básicos de atención al niño sano y cuidado prenatal a las madres. Cuando retornó de París, donde hizo especialidad, daba seguimiento a los infantes para comprobar la evolución de talla, perímetro cefálico, peso, puericultura. Instaló un Banco de Leche para el sustento a menores, creó una maternidad en San Pedro de Macorís y puso en marcha proyectos de rehabilitación en las cárceles.

 De extracción humilde, huérfana, vendía gofio para cubrir sus estudios. Se sobrepuso a los prejuicios de la sociedad y siendo pobre, negra, mujer, se graduó de Maestra Normal con notas sobresalientes por lo que se le escogió para dar las gracias en nombre de la promoción “lo que demuestra su inteligencia, capacidad, facultades. Su maestra, Luisa Ozema Pellerano manifestó que tenía una preponderancia por encima de las demás”, consignó Castro Ventura.

 Graduada de médico en 1911, trabajó en hospitales de San Francisco de Macorís y Salcedo hasta que decidió viajar a Francia “contagiada porque sus profesores eran egresados de escuelas de París”

 Producto de las prédicas hostosianas, fue autora de cuentos y poesías dispersos en revistas y periódicos de su época. Publicó el libro “Granos de polen” y dejó inédita la novela “Selisette”, dedicada a la hija que adoptó “a ruegos de una paciente en agonía”.

 Andrea Evangelina Rodríguez Perozo nació el diez de noviembre de 1880 en San Rafael del Yuna, hija de Felipa Perozo y Ramón Rodríguez. Aprovechaba congresos nacionales e internacionales para denunciar atropellos del régimen trujillista. Acosada, golpeada, confinada en la colonia “Pedro Sánchez” en El Seibo, y en la fortaleza “México”, de Macorís, fue abandonada en un desierto camino vecinal y comenzó a deambular sufriendo alucinaciones. Murió el 11 de enero de 1947.

Zoom

La calle.

Se designó “Evangelina Rodríguez” la calle del sector Mirador Sur paralela a la avenida “Privada”,  entre las “Catalina F. Pou” y “Leonor Feltz”.  Pero sólo lo saben quienes residen en esa vía y sus vecinos porque en el 2002 el ayuntamiento retiró el rótulo para enmendar el nombre mal escrito y nunca lo ha repuesto.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas