Calles y avenidas
Ildefonso Mella,  ferviente patriota

<STRONG>Calles y avenidas<BR></STRONG>Ildefonso Mella,  ferviente patriota

El alto ejemplo de ferviente patriotismo quizá se hunda en la tumba con el prócer esclarecido”.

Fue una corazonada hecha pública por Federico Henríquez y Carvajal cuando falleció Ildefonso Mella Castillo que lamentablemente se hizo realidad.

Pese al reconocimiento a la memoria del valiente luchador por la Independencia y la Restauración dominicanas, designando con su nombre una calle de Santo Domingo, es un desconocido para la mayoría. Algunos saben que fue hermano de Ramón Matías Mella, uno de los Padres de la Patria.

Pero Ildefonso Mella Castillo no solo fue un decidido colaborador en los afanes separatistas de 1844 sino intrépido anti anexionista que sufrió acoso, prisión, destierro.

En escasos momentos de libertad ocupó funciones públicas, más animado por su espíritu de servicio que por el interés personal, según sus biógrafos. Renunció para dedicarse a actividades privadas.  Después de haber participado en las guerras Patrias vivió prácticamente alejado de la política. La muerte le sorprendió poco antes de cumplir  cien años.

Ajeno al partidismo.  El destacado patriota falleció en Santo Domingo el 5 de julio de 1910. Seis días después de su deceso, Federico Henríquez y Carvajal deseó “¡Paz a sus manes de prócer!”.

“De edad nonagenaria, frisando en el siglo, acaba de descender a la fosa este ilustre dominicano, prócer de una y otra independencia, hermano de aquel adalid preclaro que fue el general Ramón Mella”, agregó.

Manifestó que “ajeno por convicción y temperamento a eso que todavía se llama partido político, apenas salió de su retiro en una ocasión -de las raras que la libertad señoreó el escenario de la vida cívica-, para servir por poquísimo tiempo una gobernación y luego una secretaría de Estado. Fue en el breve período del 25 de noviembre de 1873”.

A su prestigio de patriota, como a la gloria de su nombre, bastóle con haber sido febrerista en los días de la virtud apostolando, y con aquel gesto suyo de rebeldía cuando el 18 de marzo de 1861, en la bella ciudad porteña que había de devorar el incendio, lo mismo que a Santiago de los Caballeros, protestó de que se arriase la bandera tricolor de febrero, la invicta, para enarbolar en  la misma asta  el oriflama vencido en Carabobo, en Junín y Ayacucho, significó Henríquez y Carvajal.

Y concluyó exclamando: “¡Oh, el alto ejemplo de férvido patriotismo, que acaso se hunda en la tumba con el prócer esclarecido!”.

La calle.  La resolución del  “Consejo Administrativo” no abunda en los méritos del sobresaliente capitaleño al que identifica  de la misma forma en que está rotulada la calle: Idelfonso. Apenas expresa: “La calle de Norte a Sur del ensanche “Villa Ciceli” (Villa Consuelo) se llamará “Idelfonso Mella” en honor del prócer de la Independencia y hermano del general Ramón Mella”. Fue emitida el 13 de noviembre de 1934.  La vía nace en la calle  “Francisco Henríquez y Carvajal” y termina en un “Cul de Sac” después de la  “Tunti Cáceres”. 

Es Ildefonso Mella

Aunque parece que tanto Idelfonso como Ildefonso son formas correctas, la tradición lo registra Ildefonso, no “Idelfonso” como se rotuló la calle que lo recuerda porque, tras su venida al mundo, el ilustre prohombre fue declarado con esa denominación. Así lo registran Emilio Rodríguez Demorizi y Carlos Larrazábal Blanco que tuvieron acceso a su acta de nacimiento y a su partida de bautismo, y Federico Henríquez y Carvajal le dedicó una página, con esa misma identificación, en la revista “Ateneo”, de Santo Domingo, el 11 de julio de 1910.

El “Diccionario de nombres” se refiere a Ildefonso: nombre masculino de origen germánico que significa “Aquel que está preparado para el combate” o “Aquel que está listo para la batalla” y citan a San Ildefonso, “obispo y doctor de la Iglesia”.

Añaden que Ildefonso es una variante de Alfonso que en catalán es Ildefons; en francés: Ildefonse y en italiano Ildefonso.

Sin embargo en el “Significado de los nombres” se recoge Idelfonso, como “hábil en el combate” y ponen la celebración de “San Idelfonso” el 23 de enero.

Historia de un patriota osado y fervoroso.

Emilio Rodríguez Demorizi publicó incorrecta la fecha de nacimiento de Ildefonso, que pone como el 4 de febrero de 1818. Vetilio Alfau Durán escribió en sus apuntes: “…Bautizado el 4 de febrero de 1818, a los 11 días”.

El valiente defensor de la soberanía nacional acompañó, como su hermano, a Juan Pablo Duarte en sus jornadas patrióticas. El 16 de enero de 1844 “firmó el Manifiesto Separatista”, anota Rodríguez Demorizi. Añade que fue “perseguido por Charles Herard” y que estuvo originalmente preso en 1843.

Mella Castillo fue nombrado Administrador Particular de Hacienda, en Puerto Plata, en 1846, y en 1854 fue diputado por La Vega.

Por su actitud en contra de la anexión a España lo encarcelaron en el “Castillo del Morro”, en La Habana, en enero de 1864.

Un informe que sobre él escribieron autoridades anexionistas dice: “El día que en Puerto Plata se enarboló la bandera de España, por marzo de 1861, cruzó a caballo por delante de las tropas que mandaba el general Lora y gritó: ¡Viva la bandera dominicana y pese a quien le pesare!, con otros gritos insultando a los que reconocieron a nuestro pabellón”.

Añade el reporte: “Cuando se mandaron a recoger las papeletas dominicanas se opuso públicamente y trató de seducir a los comerciantes a la desobediencia… Tiene las mismas ideas que su hermano Ramón”. Emilio Rodríguez Demorizi reproduce estos datos en sus “Próceres de la Restauración”.

Señala que el prócer figuró en el canje de prisioneros en Puerto Plata, en 1865 y que “el 13 de marzo de 1874, durante el gobierno de González, presentó renuncia del Ministerio de Hacienda”.

Ildefonso estuvo casado con María Caridad de la Peña. Procrearon a Emilia, Salvador Antonio, Octavio y Enriqueta, según Larrazábal, quien añade que tuvo otra hija, Amelia, cuya madre fue Ana Josefa Delmonte Torralbo. 

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